Un gran paréntesis:
Recientemente culminó la serie de TV (basada en comics de Marvel) “Falcon y el Soldado del Invierno”. Me impactó el discurso de Falcon (un hombre de raza negra, que asume ser el nuevo Capitán América) a un Senador estadounidense y ante la prensa; palabras más, palabras menos: a) es algo bueno que ustedes (autoridades) sepan la súplica del pueblo en cuanto a sus problemáticas que por años han sido desatendidas; b) no hay decisiones sencillas… el único poder que tengo es creer que podemos hacer las cosas mejor. No podemos ordenar a la gente que se esfuerce sin ceder algo también… cuándo (ustedes) toman decisiones, quiénes están ahí: las personas a las que van a afectar o exclusivamente hay personas como ustedes.
Cerrando paréntesis; consideré útil iniciar de esta manera esta (primera) misiva dirigida a usted, presidente electo del Ecuador Guillermo Lasso, por varias razones: a) en 21 días usted asumirá los destinos del país, y sentirá -de manera oficial- el clamor del pueblo ecuatoriano exigiendo que se resuelvan los conflictos que por mucho tiempo fueron “pasados por alto, o invisibilizados”, y, también escuchará la voz popular -en su calidad de mandantes- ordenándole que se nos dote de mejor calidad de vida; b) habrán momentos -muy frecuentes- en los que deba tomar decisiones complicadas, y hasta impopulares, que las deberá meditar y resolver en la soledad del poder, aunque ello implique que su círculo íntimo político se enfade; y, c) el querer “a gritos” de una nación tan golpeada y maltratada como la nuestra: tener voz y voto en las decisiones públicas que se tomen, y ya no a nuestras espaldas, como lo ha sido con el discurso “en letra muerta” denominado “acuerdos”.
Usted, presidente Lasso, deberá hacer con la patria lo que hizo a nivel privado cuando lideró sus negocitos lícitos y legítimos: hacerlos prósperos. Tengo esperanza por el “know how” con el que usted cuenta; y, al igual que el lema de Falcon, confío en que también usted piensa que “se pueden hacer las cosas mejor”. Quienes le dieron su confianza en las urnas creyeron en usted, pero sobre todo, creyeron en Dios, primero y en la causa, después: Ecuador. Hoy los ecuatorianos, con total seguridad: ¡No nos defraude!
Presidente electo Lasso, usted ya ha presentado a varios de sus ministros. Ellos deberán ayudar a ejecutar lo ofrecido por usted en campaña. Al respecto, hay cuestionamientos a una potencial ministra de salud por presuntamente estar armando su equipo de trabajo bajo premisas políticas y no de méritos y trayectoria. La sugerencia es obvia: solicitar explicaciones y -de ella- manifestarlas al país. El no hacerlo sería más de lo que ya tenemos.