Que alegría saber que el nuevo Premio Nobel de Literatura 2020 es una mujer, la poeta estadounidense Louise Gluck, con un manejo de la estética del lenguaje poético, cautivador. Autora poco conocida en nuestro medio, lo que ha provocado la exploración de su obra y su trayectoria.
Nació el 22 de Abril del año 1943 en Nueva York, la infancia, su vida familiar, la relación con sus hermanos y padres son el eje central de su obra poética. Su carrera literaria empieza con la publicación de su libro “First born” en 1968, que recibió el premio Academy of American Poet´s Prize. Desde entonces ha publicado 12 colecciones de poesía y ha recibido importantes premios por su obra, como el Pulitzer de Poesía en 1993 con su libro “El iris salvaje”. A Gluck se la considera una de las autoras más relevantes de la poesía contemporánea norteamericana. Es docente de la Universidad de Yale.
Entre sus obras más conocidas están: “Ararat”, “Averno”, “El triunfo de Aquiles”, “Octubre” entre otros. También ha incursionado en el ensayo.
Louise Gluck, ha indagado en su ser interno, evocando una vivencia onírica, que revela su “yo” permanentemente. Una poeta exquisita a la hora de crear su universo poético, naciendo de las pequeñas realidades que se vuelven universales.
La pérdida y los vacíos rondan su poesía en esos giros sorpresivos que nos ofrece la vida, Gluck nos asombra con la ternura con la que construye su poesía.
Leamos en voz alta a Louise.
El iris salvaje
Al final del sufrimiento
me esperaba una puerta.
Escúchame bien: lo que llamas muerte
lo recuerdo.
Allá arriba, ruidos, ramas de un pino
Vacilante.
Y luego nada. El débil sol
temblando sobre la seca superficie.
Terrible sobrevivir
Como conciencia,
Sepultada en tierra oscura.
Luego todo se acaba: aquello que temías,
ser un alma y no poder hablar,
termina abruptamente. La tierra rígida
se inclina un poco, y lo que tomé por
aves
se hunde como flechas en bajos arbustos.
Tú que no recuerdas
el paso de otro mundo, te digo
podría volver a hablar: lo que vuelve
del olvido vuelve
para encontrar una voz:
del centro de mi vida brotó
un fresco manantial, sombras azules
y profundas en celeste aguamarina.