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El Telégrafo
Xavier Guerrero Pérez

Preguntas post caso Pellacini

23 de agosto de 2021

Hace varios días el actor Andrés Pellacini, en el uso de su derecho humano de pensamiento y expresión, manifestó… Uso los puntos suspensivos dado que como sociedad conocimos qué fue lo que la mencionada persona dijo, y vinculando a una determinada organización de personas que, en su legitimidad, impulsan luchas a favor de la mujer: nuestras pares -dado que también son humanas- feministas.

Nota: posteriormente precisó que se refería a organizaciones foráneas, no locales.

Debo señalar que el feminismo es aquella causa donde sus integrantes luchan por la igualdad de oportunidades de las compañeras mujeres frente a nosotros, los hombres, en justicia. No se trata de prevalencia de mujeres sobre hombres, ni viceversa. Tampoco de anulación de los hombres por privilegio de las mujeres. Sencillamente es la búsqueda de equilibrio respecto a los espacios que la sociedad ha concedido a los hombres frente a los concedidos a las mujeres.

También debo esgrimir, como podrá usted estimada lectora o lector notar, que ni me he referido ni peor aún he transcrito los comentarios vertidos por el actor Andrés Pellacini, debido a que considero que la situación actual es sumamente tensa y ello implica que el emprender -de mi parte- alguna forma de reproducción de tales palabras provocaría todo menos provecho, ni para él, ni para todos nosotros. En esa línea, sí percibo que el clima tenso generado por el caso Pellacini se ha agravado e incluso a riesgo de resultar pesado y hasta asfixiante dado lo ocurrido posteriormente a lo dicho por Don Pellacini, lo cual me ha provocado formularme varias preguntas. Soy nítido, previo a compartirlas con ustedes: no apruebo lo que él dijo; no califico la versión que el referido actor dio por radio porque ya lo hizo la Defensoría del Pueblo al dictar medidas de cumplimiento obligatorio e inmediato a quien está al frente de Radio Di Blu, Don Juan José Canessa Oneto; no señalo absueltamente a nadie. No apunto a alguna hermana o hermano. Únicamente me cuestiono: 

  1. Si las ideas dichas “en voz alta” por el actor Andrés Pellacini “(…) exaltan o pretenden justificar la violencia y ataques a la integridad personal contra las mujeres y las feministas (…)”, dicho aquello por la Defensoría del Pueblo; ¿Lo que se ha aseverado post sus declaraciones (e incluso teniendo como autoría a hermanas mujeres) no es exaltar y pretender justificar la violencia y ataques a la integridad personal contra el actor, y sientan un notorio precedente en perjuicio de mis hermanos hombres?
  2. Si la legítima, reconocida y plausible lucha de las hermanas mujeres, a lo largo de la historia, por contar y gozar de derechos como seres humanos que son, impulsa, entre otras cosas, el respeto, la no discriminación, la aceptación, la inclusión y la tolerancia, ¿Las declaraciones de varias compañeras mujeres feministas (conforme lo han dejado en claro sea por declaraciones propias, por lucir un pañuelo de color azul en su muñeca, o por darlo a conocer en su cuenta de red social) contra el actor Pellacini deben ser aceptadas como “natural” reacción, y hasta ser invisibilizadas por organismos de control como la propia Defensoría del Pueblo, aún cuando las mismas, a todas luces, tiendan a ofender su dignidad, atenten contra sus derechos y produzcan alteraciones psicológicas para su familia?
  3. Solo para ser didácticos, y parto de un escenario irreal: Si el actor Andrés Pellacini hubiera sido miembro de la comunidad LGBTI, ¿Hubiéramos sido testigos de la misma magnitud de reacciones que ha tenido y recibido el actor?; ¿O exclusivamente ha ocurrido todo esto por que él es hombre? Ciertos medios de comunicación digitales donde puntuales presentadores “restregaron el piso” con el nombre Andrés Pellacini, se lo insultó y hasta se lo amenazó. No he observado ninguna voz masculina rechazar esas manifestaciones de odio y violencia, y peor salir en defensa. ¿Debería entonces iniciar algún frente masculino, quizá con pañuelos azul marino?

Finalmente, para complementar: ¿Dónde estuvo la Defensoría del Pueblo y aquellos legisladores (que se han pronunciado en el caso Pellacini), cuando el presentador José Luís Arévalo irrespetó la integridad psíquica de dos de sus compañeras al momento que -en frente de ellas- adoptó una actitud claramente sexual al expresarse y hacer ademán con sus genitales? Una de ellas respondió: “… que malcriado”, y su otra compañera replicó: “grabaron todo ese gesto soez que acaba de hacer…”.

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