Publicidad

Ecuador, 05 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Fabrizio Reyes De Luca

Por un nuevo estilo

10 de septiembre de 2015

Hoy, gobernar es más difícil que en el pasado. La fragilidad del poder se palpa a lo largo y ancho del planeta, y se escenifica tanto en democracias consolidadas y enraizadas, como en las incipientes y en fase experimental. Vivimos en una etapa sui géneris para el modelo de gobierno por excelencia. Estamos, simultáneamente, dando testimonio de una evolución y una involución de nuestro sistema democrático.

Evolución, porque vemos cómo los gobernados no se conforman con su condición de espectadores, y exigen más que antes, información, participación y rendición de cuentas; pero no ya al vencimiento de los ciclos electorales, como siempre había sido, sino, en tiempo real. Los gobernantes que no tengan la agilidad o la inteligencia de adaptarse, hierven agua para su propio sancocho.

Al respecto, Luis Bassat, el exitoso publicista español, autor de El Libro Rojo de la Publicidad, sostiene la teoría de que la verdadera creatividad es aquella que responde a formas distintas de hacer las cosas que todo el mundo hace igual. Él señala que la creatividad es todo esfuerzo publicitario que siembra un nuevo estilo en la industria, que con el paso del tiempo se convierte en la nueva forma de comunicar porque todo el mundo tiene la suya.

Esos mismos principios pueden ser aplicados a la tesis que plantea el joven comunicador José Laluz, sobre liderazgo responsable. Este autor está sugiriendo la ruptura de un esquema lleno de obsolescencia que, al parecer, se ha agotado y propone una nueva forma de hacer política.

Entonces, continuando con lo más interesante de la propuesta de José Laluz, es que esta no responde a teorías eufemísticas, sino que cuenta con pilares que la sustentan, como es el caso de la transparencia y la tecnología que le darían un giro ético y de eficiencia al esquema actual. Se trata de cambiar para mejorar, no de cambiar por cambiar.

El atrevimiento es válido, y precisa de la atención de la clase política del país porque plantea modelos, no solo nuevos, sino también esperanzadores. Hay que variar el método. Hay que buscar alternativas de esta época para encarar los problemas actuales. Hay que hacerlo de una manera diferente porque los retos son diferentes, y las exigencias también.

La política va cambiando, y va asignando mayor preponderancia a cuestiones de fondo, en lugar de forma. La nueva y expandida clase media, que se niega a retroceder en la escala socioeconómica, exige propuestas concretas y vigila celosamente su ejecución. Vivimos en la era de la política como un coliseo hostil, hasta para el más digno de los gladiadores.

Aplaudo el desafío y espero por la masificación del liderazgo responsable de José Laluz, como recurso novedoso que aspira a cambiarle el rostro al quehacer político en Ecuador.

Su esfuerzo amerita, por lo menos, la recompensa de ser escuchado por los que tienen en las manos la posibilidad de implementar nuevos métodos que ayuden a mejorar la nación y a establecer principios de institucionalidad sustentables. (O)

Contenido externo patrocinado