La Corte Constitucional acaba de aprobar la propuesta impulsada por un grupo de jóvenes ecologista que, con cierta mirada metafísica y romántica propugnan dejar bajo tierra el petróleo. Esta posición tiene dos objetivos principales: el primero, salvar a los pueblos originarios y, el otro, preservar la biodiversidad.
En el caso de los pueblos no contactados, la historia ha demostrado que, por su propia naturaleza de grupos humanos nómadas han sabido sobrevivir de acuerdo con su cosmovisión. Es decir, no han requerido asentarse en una circunscripción que ese sí limitaría su sobrevivencia.
En cuanto la preservación de la riquísima biodiversidad, así como hay experiencias internacionales nefastas para el medio ambiente hay prácticas que han logrado el menor impacto en el entorno natural.
Hasta ahora son varios los comentarios que tratan de alertar acerca de los peligros que existen para la economía ecuatoriana. Este último, para el ciudadano de a pie, le resulta un tema ajeno y de poco interés. En el presente artículo intentaré enumerar algunos de los productos de uso diario que los ecuatorianos utilizamos y que hacen importante el tema de responder con un NO categórico a la consulta del 20 de agosto acerca del Yasuní y del Chocó andino.
La pregunta que debemos hacernos es ¿podemos vivir sin petróleo?
Hasta el momento, el petróleo es la principal fuente de energía. Al no estar preparados con las otras energías limpias, el Ecuador se paralizaría o al menos subiría inmensamente los costos de transporte tanto de mercancías como de ciudadanos.
Es la principal fuente de energía industrial y por lo tanto, insumo fundamental en los procesos de producción.
Todos quienes se movilizan en transporte público no lo podría hacer si los autobuses no utilizarían lubricantes que son derivados del petróleo. De igual manera todos quienes tenemos un automóvil tenemos que utilizar de manera obligatoria lubricantes para poder movilizar los vehículos. Y así en cadena interminable, todas las máquinas utilizan lubricantes.
Sólo el carro de Pedro Picapiedra no utiliza llantas. Éstas, son producidas con caucho sintético. Y qué decir de las carreteras, estas son producidas por asfalto también derivado del petróleo.
Camisas, medias, ropa interior o cualquier prenda de vestir son producidos a partir de derivados del petróleo. Me pregunto qué harían las damas sin las medias de nylon que les hace ver tan elegantes y agraciadas.
Quizás los únicos que puedan vivir sin el petróleo son las organizaciones no gubernamentales que reciben cuantiosas donaciones desde el extranjero. El resto de los ciudadanos no podríamos permitir enterrar el oro negro.
Países más desarrollados que el Ecuador no han podido dejar de depender del petróleo como una estrategia de desarrollo económico y social. Sin petróleo no se podrá financiar educación, salud, seguridad, empleo ni todas las emergencias climáticas que se nos vienen.
Acaso los activistas impulsores de esta propuesta pretenderán dejar de explotar el petróleo y aumentar el subsidio a la gasolina y comenzar a importar todos los bienes que dejaremos de producir.