Mientras el presidente Correa pronunciaba su elocuente y brillante discurso de presentación de su cuarto informe de labores, y a tiempo de que el vicepresidente Moreno daba a conocer importantes detalles de la acción desarrollada en los programas Manuela Espejo y Joaquín Gallegos Lara -ambos en beneficio de los discapacitados del país-, así como cuando los ministros coordinadores se referían a las valiosas acciones cumplidas desde las diferentes carteras de Estado, los rostros de los miembros de la oposición demostraban a las claras su profundo desasosiego.
En efecto, eran impresionantes las imágenes de desengaño, de furia, de rabia, que nos permitía observar la televisión, en el grupo de los más destacados miembros de la oposición -aquella vergonzosa e inexplicable unión de muy difícil ubicación política-, que habían acudido al Palacio Legislativo. ¿Qué los molestaba tanto? La realidad fue muy dura para ellos, pues de principio a fin de la presentación de los informes de labores, se puso de manifiesto el excelente desempeño del Gobierno.
Sin duda que hasta para la mente más sencilla, lo anterior permite un análisis comparativo entre la extraordinaria labor cumplida por el gobierno de Rafael Correa durante los últimos cuatro años, y los resultados obtenidos a través de décadas de desgobierno y de permanente asalto a los fondos del Estado, cuando los primeros magistrados y sus allegados esquilmaban a la nación a tiempo completo, mientras enriquecían sus haberes personales. …Pero jamás se preocuparon por realizar ninguna obra trascendente en beneficio del pueblo, que continuaba padeciendo sin esperanzas un cúmulo de necesidades insatisfechas.
Y esa evidente diferencia tiene furiosa a la oposición, pues sobre la base de esa dura realidad que se vivía por entonces cuando ellos eran gobierno, funcionaba su demagogia con la que engañaban y manipulaban a la población ecuatoriana. En la ceremonia de presentación del informe de labores presidencial se habló acerca de la entrega de más de 200.000 viviendas a los ecuatorianos; de la gratuidad de la educación en los dos niveles, proveyendo a los estudiantes de primaria de matrículas, uniformes, libros y desayuno gratuitos; sobre que el Gobierno ha triplicado el presupuesto de salud, habiéndose atendido en los centros públicos hospitalarios a más de 14 millones de consultas entre los años 2007 y 2011; que la Revolución Ciudadana ha emprendido en la construcción de importantes centrales hidráulicas que proveerán de energía no contaminante a la nación, de los miles de kilómetros de carreteras de primer orden que cruzan la geografía ecuatoriana uniendo a las diversas regiones del país, de la atención a los discapacitados, en contraste con el absoluto abandono en que se los mantenía en otros gobiernos; del rescate a los niños de la desnutrición, de la ampliación de la seguridad social para los trabajadores, de la
recuperación de museos, áreas protegidas y del ferrocarril, así como del fortalecimiento de la soberanía nacional y el intercambio con diferentes naciones del mundo.
Y todo esto y un amplio etcétera de realizaciones, gracias a la Revolución Ciudadana, frente a la nada y al asalto de quienes fueron gobierno tiempo atrás y ahora hacen la más rabiosa oposición.