Desde que tengo memoria profesional recuerdo aquella consabida frase “Por esta vez” y en un santiamén se reorganizaba la Función Judicial, claro antes de que exista el Consejo de la Judicatura al que le apostamos cuando estábamos en la dirigencia judicial porque pensábamos que era la forma más adecuada para cortar el cordón umbilical que existía entre el Poder Judicial y el poder político de turno.
Pasan los años y nos damos la piedra contra los dientes porque por ahí apareció “El Innombrable” que con total desparpajo dijo que “Había que meter las manos en la justicia” sin haberla sacado hasta la fecha, y claro hace a su medida los Consejos de la Judicatura, la Corte Nacional y los demás estamentos de la Función Judicial contando con un ejército de jueces, conjueces luego ascendidos a jueces, y mandos medios a su servicio hasta el presente.
Con el CPCCS en Transición como consecuencia de la Consulta Popular, lo que se pensaba era desatar lo que se había hecho y con ello alcanzar la independencia judicial; cosa que no ha sucedido ya que lo que hemos vivido es el reposicionamiento de los jueces, con las excepciones de juezas y jueces que han dado muestra de saber juzgar con imparcialidad, independencia y sobre todo evidenciando ser competentes, es decir conocedores de la ley.
Las circunstancias están dadas para que a través de una consulta popular se reorganice el sistema de justicia, de la mano de la supresión del Consejo de Participación Ciudadana y en busca de la autonomía de la Fiscalía General del Estado pues no debe depender del Consejo de la Judicatura; amén de que jueces y fiscales no pueden ser nombrados por aquellos que tienen la facultad para sancionarlos.
Los concursos convocados por los Consejos de la Judicatura anteriores, fueron amañados pues la Contraloría lo determinó. Hay que apostar a la inamovilidad de los jueces luego de un concurso público como el que designó a los jueces de la honrosa Corte Constitucional en funciones, y no con apariencia de público. Y por esta vez sin injerencia política sino por voluntad popular. (O)