El debate sobre el Estado y sus instituciones están marcados de manera indeleble por el COVID-19. Hoy, no hay duda que el conjunto de políticas públicas de los gobiernos enfrenta nuevos desafíos a raíz de la pandemia y todos sus efectos complejos e inéditos. Estas dificultades se suman a situaciones problemáticas estructurales que tiene que ver con contextos históricos y que van más allá de las que han aparecido estos últimos quince meses.
Es notorio que en gran parte de los países las situaciones estructurales de debilidad no se han alterado, mas bien, la pandemia funcionó como un acelerador, lo que, si se transformó, fueron los campos de debate por la sensibilidad que acarrea para la vida de las personas y de los Estados. El Ecuador, al igual que varios pases de la región colocó un vasto conjunto de políticas públicas para enfrentar los efectos económicos, sociales, políticos y sanitarios del coronavirus sin prever hasta ahora los impactos de cada una de las medias que se han tomado.
Con el gobierno que se inicia se espera respuestas ante las dos dimensiones de problemas pautados, los estructurales y los que han aparecido de forma exacerbada por las situaciones que estamos viviendo. El país se enfrenta hoy a una serie de desafíos cruzados, por lo que se requiere del diseño de políticas públicas de mediano plazo que, de forma notoria, presente resultados concretos y claro está, que también se debe cuidar de las formas en que se diseñan y se ejecutan las políticas públicas, para no alterar el delicado equilibrio de la conflictividad y la paz social. La ecuación para mantener la gobernabilidad del país no es fácil de resolverla, más aún, si miramos a los dos países vecinos que están en situaciones complicadas sobre su vida institucional.
La política pública pasa a ser el espacio de trabajo necesario para cumplir con los propósitos del gobierno y de la sociedad, que son generadas especialmente por las autoridades de gobiernos que apelan a objetivos de interés público y que surgen de decisiones sustentadas en un proceso de diagnóstico y análisis de factibilidad, para la atención efectiva de problemas públicos específicos, en donde la participación de la ciudadanía es importante y estratégica.
Es sustancial para el actual gobierno, además de resolver con éxito la vacunación, es construir políticas de salud que garanticen de forma integrada el bienestar de su población, porque los problemas de salud serán latentes durante varios años y que se mostrarán sus efectos perversos desde lo físico hasta la mental en la población. Las políticas de salud y sus estructuras deben ser prioritarias y con un grado de eficiencia superlativos, la sociedad pondrá especial atención a esta política, que hoy por hoy, es la de mayor importancia. Así podemos citar políticas necesarias en el plano económico, del trabajo, de la seguridad, de las relaciones internacionales y otras.
Todo lo anunciado esta dentro de la necesidad en que los formuladores de políticas públicas tengan la capacidad de diseñar sistemas de políticas públicas viables y que las que se diseñan se puedan ejecutar en el marco institucional del Estado. Se requiere, por lo tanto, de profesionales en el servicio público capacitados para que los resultados sean eficientes, oportunos y principalmente transparentes. (O)