La medida, tomada por el Ministerio de Educación ante el Covid-19, de que nadie perderá el año lectivo se mantiene al cierre del ciclo escolar en la región Sierra y Amazonía, tras la entrega de los portafolios fínales, pregonando una serie de oportunidades, a quienes no presentan sus tareas, donde ésta política ha creado a la brevedad estrategias, encajadas a la “nivelación de conocimientos” en una semana, donde todo lo que no alcanzaron en el año escolar, se aprenda.
Si bien es cierto, los problemas de conectividad y el acceso a equipos tecnológicos evidenciado fuertemente en la pandemia desde el 2019, a la actualidad, ha creado una desigualdad de estudiantes, en el que no se ha permitido cumplir totalmente en la realización de tareas, evaluaciones, así como la comprobación de aprendizajes por parte de los docentes.
Ahora de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), los estudiantes contaran con tres opciones para aprobar el ciclo escolar; como, supletorios, remediales y de gracia. Normas que únicamente ha traído menor esfuerzo en ellos, ya que solo estén a la espera de una mera aprobación.
En cierta medida esta política, trata de acortar el número de deserción escolar, comprometiendo a docentes, tutores y estudiantes con la elaboración de proyectos de refuerzo académico, que implique la calificación faltante a lo largo del periodo escolar, dejando en tela de duda quienes verdaderamente aprendieron.
Sin embargo, estos lineamientos solamente buscan que los estudiantes salvaguarden su estadía escolar; de una eventual pérdida de año lectivo. Ante ello, es conveniente realizar planes de acompañamiento continuo a su debido momento junto a un seguimiento y así no esperar a la finalización del ciclo escolar.
En definitiva, los estudiantes de las unidades educativas, ante la pandemia presentan dificultades de acceso a la educación, por falta de internet o equipos tecnológicos; ahora bien, esto no debe ser un pretexto para que dejen de cumplir con sus tareas y obligaciones.