Sí, la pobreza es rentable. “La ONU ha descubierto los derechos de propiedad de los pobres” que serían la base para combatir la exclusión. Es increíble, pero al parecer “un aspecto único e ignorado de los derechos es el vínculo inexorable en la pobreza dominante –en cerca del 60% de la humanidad- y la ausencia de protecciones jurídicas para los pobres”.
Las investigaciones del economista Hernando de Soto, peruano, –conocido por su obra “El otro sendero”- apuntan en esa dirección. La idea básica es lograr el “empoderamiento de los pobres”, que consiste en formular políticas en todo el mundo orientadas a crear un sistema de propiedad legal, “que determinará que los empresarios individuales y las economías nacionales tengan oportunidades”, en los países en vías de desarrollo.
De Soto, en la mencionada obra, probó que un sector importante de la economía en los países del Tercer Mundo es informal, y que no por ser informal el movimiento de los recursos se lo puede desestimar; al contrario, según el investigador, las economías informales “mueven” valores y transacciones por montos que superan el setenta por ciento de la población.
El contexto de esta propuesta es el drama de millones de personas integradas a economías informales, subterráneas, sin relación de dependencia –algunos la llaman “ilegales”- pero que representan, en la práctica, millones de dólares en giro, y que en su conjunto, pesan sobre las economías nacionales.
En la práctica el proyecto ideado por Hernando de Soto significó la legalización en Perú de 300 empresas, que antes operaban en la informalidad (léase, clandestinidad), es decir, “fuera de los libros” de contabilidad. Los resultados han sido sorprendentes en Perú. Los dirigentes políticos se dieron cuenta que estas reformas movilizaron a medio millón de trabajadores, al pasar de la economía subterránea a la economía legal. Se generó más empleo, más oportunidades de producción, y más ingresos tanto para los trabajadores como para el Estado, por más de 300 millones de dólares anuales.
Señores candidatos y candidatas: el tema de la pobreza y sus alternativas de solución son emergentes y prioritarias. ¿Por qué no intentar un nuevo sistema para resolver los problemas de la pobreza y sus causas? (O)