Suena tan interesante el cómo los refranes, las consejas populares tienen tanta sabiduría, que siempre necesitamos recurrir a ellas, inclusive para situaciones nuevas. Pero también encontramos esos conocimientos y consejos en canciones infantiles con las que nos familiarizamos en la infancia y que probablemente han caído en desuso con el pasar del tiempo.
Una de esas canciones que viene a mi memoria en tiempos de pandemia es aquella relacionada a “Pin Pon es un muñeco muy guapo y de cartón, se lava las manitas con agua y con jabón…”. La canción me la cantaba mi madre y yo se la he cantado a los hijos y nietos, y parece tan pertinente ahora cuando entre las más importantes recomendaciones de médicos y salubristas precisamente aparece aquello de lavarse las manos con agua y con jabón, una rutina que debe ser parte de nuestras vidas.
Y no es cualquier lavado, todos hemos visto videos en los que se ve a las personas lavándose y restregando las manos de tal manera que no quede espacio entre los dedos o cerca de las uñas e inclusive las muñecas y los antebrazos sin que el jabón y el agua hagan su tarea de limpieza profunda.
Lavarse las manos parece sencillo y todos tratamos de aplicarlo, pero la realidad en muchos hogares y también en las escuelas es que no hay agua corriente, o el agua no llega en todos los momentos en que la requerimos y no hay las condiciones de cumplir con esta prescripción de salud elemental; aquella que se recomienda a Pin Pon y a todos los niños, es decir lavarse las manos con agua y con jabón.
Y este comentario tiene que ver con la asistencia a clases, que es indispensable si no queremos seguir perdiendo el presente y el futuro de nuestros niños, pero que debe contar con las facilidades necesarias como la existencia de lavamanos, conexiones de agua y agua de calidad.
Una de las preocupaciones del Ministerio de Educación y de las autoridades de Salud debería ser la revisión de todos los establecimientos educativos de educación inicial, básica y media para constatar que la implementación de agua y lavatorios suficientes es una realidad.