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El Telégrafo
Valeria Arcos Hervas

Perspectivas políticas Ecuador

21 de noviembre de 2023

En la antesala del cambio de mando del nuevo presidente de Ecuador y con la recién posesionada Asamblea, el pasado 17 de noviembre, cabe un análisis sobre las perspectivas que se pueden presentar en nuestro país, en el marco del tablero político y los potenciales acuerdos con las diferentes bancadas legislativas.

Hacer un buen gobierno depende de la habilidad de maniobrar del Ejecutivo para tender puentes de diálogo y establecer políticas públicas que vayan más allá de las estructuras partidistas y que dialoguen plenamente con las expectativas del votante, administrando la crisis de legitimidad, la fragilidad democrática y sobre todo la escasez que se deviene de la deuda pública, los desequilibrios fiscales, un mercado laboral inestable y la aguda pérdida del capital social – considerando que el promedio de confianza en la región es del 12% y en Ecuador, es de apenas del 9%.

El accionar de la clase política en Ecuador ha sido meramente reactivo y la respuesta que ha tenido la ciudadanía hasta el momento, únicamente se ha dado en términos electorales, lo que nos anticipa que el gran reto del nuevo gobierno en sus diferentes niveles es la capacidad de gestión y de poder navegar entre lo político y lo mediático.

El gabinete del presidente electo, que se ha oficializado hasta el momento, se conforma por 6 mujeres y 8 hombres, quienes en su gran mayoría representan a una generación joven, lo que implica una gran expectativa sobre su desempeño. No obstante, surge la inquietud respecto de si las personas a las cuales se delega tan alta responsabilidad, tienen el conocimiento amplio y suficiente de lo público para gestionar las diferentes crisis que hoy por hoy existen en Ecuador como la de inseguridad, el presupuesto prorrogado – y la falta de los recursos de la explotación del ITT – la gobernabilidad y la capacidad de concertar y promover alianzas, la polarización, crisis reputacional, elevado riesgo país, el fenómeno del niño que se viene y la crisis energética. Todo ello en apenas 17 meses de gobierno.

La Asamblea no deja de estar atomizada, pese a aquellos acuerdos de los que se habla, su conformación es de 51 asambleístas por la Revolución Ciudadana, 26 de Construye, 14 del Partido Social Cristiano, 14 de Acción Democrática Nacional, 8 de Actuemos, 5 de Pachakutik y 19 de otros movimientos. Pero un tema a anotar es que es muy probable que la curva de aprendizaje de los legisladores recién posesionados tome mayor tiempo del que el país dispone, considerando que para un 68% de ellos, es la primera vez que ocupan una curul.

Tomando las palabras del asambleísta socialcristiano Henry Kronfle en su calidad de Presidente de la Asamblea, de “la necesidad de restaurar la confianza en todas las instituciones”, la ciudadanía una vez más deposita su esperanza en un gabinete joven, en una asamblea que ojalá sea capaz de priorizar los temas que el Ecuador demanda, pero que a la vez, el ejecutivo para su gestión, cuente con un equipo potente de gente proba, con experiencia y capaz para administrar sistémicamente los desafíos que enfrentamos y que muestre, a corto plazo, aquellas victorias tempranas que hace varios años esperamos tener.

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