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El Telégrafo
Edwin Hidalgo

Periodismo Ciudadano

02 de febrero de 2021

Mis estudios universitarios han sido en Lingüística y en Educación. Pese a mis 30 años de experiencia en el periodismo, hasta hace poco mi único estudio formal en comunicación había sido el seminario en Periodismo Cultural que realicé en Jerusalén, Israel. Pero hace un año decidí aprovechar la educación universitaria en línea que se puso de moda con la pandemia. Y en diciembre aprobé mis estudios de Periodismo Ciudadano en la Universidad Witwatersrand de Sudáfrica. Esta institución de educación superior tiene entre sus ex alumnos a cuatro premios Nobel: Nelson Mandela (Paz), Nadine Gordimer (Literatura), Aaron Klug (Química) y Sydney Brenner (Medicina).

Pero, bueno, ¿qué es el periodismo ciudadano? Algunos lo ven como el fin del periodismo profesional, otros como la salvación de un mundo que ha perdido el rumbo. Empecemos por decir que este no es un fenómeno nuevo, solo uno que se ha agudizado el siglo XXI gracias a la tecnología. Los esclavos del antiguo Egipto escribían en las paredes de las minas y así inventaron el alfabeto, un avance democrático sobre los complicados signos jeroglíficos. El grafito (más conocido por su plural italiano “graffiti”) fue durante 2.000 años la forma más rudimentaria del periodismo ciudadano.  Eugenio Espejo fue “grafitero” y por eso acabaron con su vida.

Las emisoras ilegales de radio de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial fueron una luz en la larga noche del fascismo. Pero el siglo XXI nos ha traído una revolución tecnológica acelerada. Con un celular inteligente en las manos, tenemos cámara, página y transmisor mundial de noticias con fotos. El abuso policial que incendió Estados Unidos en los últimos días de Trump fue un triunfo del periodismo ciudadano. De repente, todos somos periodistas, como en la guerra cuando todos somos milicianos sin ser soldados profesionales. Las redes sociales son ahora más poderosas que los medios tradicionales y, con frecuencia, tienen más credibilidad.  Ahí entramos los instructores del nuevo periodismo.

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