Publicidad

Ecuador, 22 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Bernardo Sandoval

El que peca por la paga o el que paga por pecar

04 de agosto de 2019

La formidable filósofa y escritora mexicana, además religiosa, sor Juana Inés de la Cruz, planteaba, en el siglo 17 esta reflexión: “¿O cuál es más de culpar, /aunque cualquiera mal haga:/ la que peca por la paga, /o el que paga por pecar?”.
La fuerza intelectual del verso interrogatorio, dotado de un legítimo feminismo, extraordinario para la época, más aún tratándose de una religiosa, tiene vigencia plena casi cuatrocientos años después.

En efecto, aunque el mensaje hacía referencia a la hipocresía masculina, cargada de machismo, frente a los deslices carnales, su alternativa inferencia se aplica muy bien al azote ecuménico de la corrupción, del que la Revolución Ciudadana es un representante ostensible.

Manos limpias, como las de Chevron; mentes lúcidas para esconder bien el dinero robado; corazones ardientes en el deseo del robo. Funesto legado del gobierno de SP, A1 o RCD, como consta, en clave, en los cuadernos de Pamela Martínez. Clave dificilísima de descifrar.

El caso “Sobornos 2012-2016” – arroz verde- se refiere a las coimas que se usaron para financiar las campañas de Correa y sus adláteres. Suman 15 millones de dólares. Una puchuela en el contexto de todo lo robado; sin embargo, una desvergüenza total en un gobierno que se saturó de autoelogios afirmando su supuesta honestidad y supuesta lucha contra la corrupción.

Funcionarios del gobierno anterior, la camarilla de Correa, pecaron por la paga. Ofrecieron contratos del Estado a diferentes compañías a cambio de aportes económicos para financiar las campañas de Alianza PAIS. Las compañías contratistas pagaron por pecar. Dieron dinero para la campaña de Correa y sus compinches y se aseguraron contratos con el Estado, muchos de ellos con sobreprecio. En la esfera de las leyes terrenales no hablamos de pecados ni de pecadores sino de delitos y delincuentes. Los delincuentes deben estar en la cárcel y los delitos que involucren el dinero del Estado, que es el dinero del pueblo, deben ser severamente castigados. Seguiremos esperando. Sor Juana Inés de la Cruz tendría mucho material para reflexionar. (O)

Contenido externo patrocinado