El representante del primer país industrializado del mundo en la Conferencia de las Partes de la ONU en París, sobre el cambio climático COP21, expresaba: “Parece poco, pero es muy difícil acordar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a 2 °C para mantener los niveles de temperatura al promedio preindustriales”, principal objetivo del evento.
La apreciación común de la magnitud de las características de los fenómenos naturales es difícil de comprender sin relacionarlos con la dimensión del ámbito de su influencia. Los 2 °C de disminución (que parecen muy poco) implican la acumulación de calor en la capa gaseosa que tiene el planeta como límite llamada termósfera, cuyo volumen es aproximado a 62.000’000.000 km³, en la cual a partir de fines del siglo XIX, los científicos han venido observando un aumento gradual de la temperatura promedio de la atmósfera del planeta.
En 1896 el científico sueco Svante Arrhenius determinó en 15 °C el valor medio de la temperatura que tenía la atmósfera terrestre debido a la capacidad de absorción de la radiación infrarroja del vapor de agua y el dióxido de carbono. Estableciendo una relación entre concentraciones de dióxido de carbono atmosférico y temperatura.
Este valor (15 °C) es tomado como punto de partida del actual calentamiento climático, advirtiendo que los combustibles fósiles podrían dar lugar o acelerar el calentamiento de la Tierra.
Si consideramos la década de 1870 como la época más activa de la Revolución Industrial con el consiguiente aumento del consumo de combustibles fósiles causante del efecto invernadero, origen del cambio climático. Podemos asumir que, a partir de esta fecha, el calentamiento continuo ha iniciado la reducción de las áreas cubiertas de nieve en el hemisferio norte ocasionando que muchos de los témpanos de hielo que flotaban en el océano Ártico se derritan. Recientemente también se ha observado cómo, debido a este aumento en temperatura, grandes porciones de hielo de Antártida se han separado del resto de la masa polar, reduciendo así el tamaño del continente helado. Al expandirse el agua de los deshielos el nivel medio del mar subió entre 10 y 20 cm a lo largo del siglo XX y se espera que para 2100 el nivel del mar suba entre 18 y 59 cm, ocasionando grandes desastres en los puertos.
El planeta Tierra, durante su historia, ha experimentado naturalmente varios períodos de brusco cambio climático. Los investigadores indican que gran parte de la historia humana transcurrió durante los bruscos cambios climáticos de la última glaciación o Era de Hielo, iniciada hace 1,5 millones de años. El hombre ha venido aprovechando los cambios favorables de temperatura de las etapas interglaciares para adaptarse.
Actualmente el hombre no solamente se ha adaptado, sino que con la artificialidad de la naturaleza por la industrialización en poco tiempo (cien años) ha puesto en peligro la sobrevivencia a la especie humana. Teniendo la llave de la solución para superar el riesgo los llamados países desarrollados. (O)