Nunca olvidaré un libro leído Las matemáticas de Jesús cuando un avezado escritor católico, de formación matemática, preguntó: Si Jesús viviera en el siglo XX, ¿qué hubiese pasado con las parábolas que contó para ilustrar sus mensajes?
Las observaciones unidas a respuestas originales llegaron a algunas conclusiones inverosímiles. Por ejemplo, que Cristo, el Buen Pastor, dada su preferencia por los pobres, no habría sido gerente de una multinacional o una empresa nacional o regional, sino un trabajador, tal vez un informal, un empleado público o un artesano (recuérdese que su padre, José, era carpintero).
Pero lo más interesante del discurso del escritor es la aseveración de que Jesús no sabía matemáticas; tal es el caso de la oveja perdida, según el cual uno equivale a noventa y nueve. Y así por el estilo. La razón estriba en que las matemáticas de Dios no corresponden a las lógicas humanas. El diálogo de Jesús con el hombre rico lo define todo: “Una cosa no has hecho todavía. Vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme”.
Este largo exordio contextualiza una carta reciente del papa Francisco, quien ha convocado a los economistas, emprendedores y emprendedoras de todo el mundo a participar en un foro titulado “Economía de Francesco”, que tendrá lugar en Asís, entre el 26 y el 28 de marzo de 2020, que permitirá “conocer a quienes hoy se están formando y están empezando a estudiar y practicar una economía diferente, una que da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la despoja”. Y propone un “pacto común” para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana.
El tema es apasionante. La doctrina social de la Iglesia -sus principales encíclicas, exhortaciones pastorales y cartas- ha guiado los pasos de la humanidad en asuntos concretos de la sociedad, que fueron ratificados en los documentos de Puebla, Medellín y Santo Domingo, en el contexto latinoamericano. El mundo de hoy es diferente. El paso dado por Francisco es valiente y necesario. (O)