Krilla Yoga, Hatha Yoga, Kundalini, Vipassana, Zazen, … ¿les suenan?, porque si no, estén tranquilos panas porque ahora en medio del constante ajetreo de la vida moderna, donde la tecnología nos mantiene conectados 24 horas y las responsabilidades parecen no tener fin, vamos a dar un rápido vistazo a la muy relajante y pacífica rama de la meditación. Les contaré qué es meditar, por qué es importante para tener calma, claridad y equilibrio en nuestras vidas y les compartiré un pequeño secreto.
No me arriesgo al decir que existe un tipo de meditación para cada persona, pero, ¿qué es meditar y para qué sirve? Meditar es una práctica que implica una atención plena y consciente, donde procuramos concentrarnos en el presente y liberar nuestra mente de los pensamientos errantes que nos agobian. A medida que cerramos los ojos y dirigimos nuestra atención hacia adentro, entramos en un espacio de calma y serenidad, desconectándonos momentáneamente del ruido y la distracción del mundo exterior.
Así, a manera general, meditar nos ayuda en:
* Reducción del estrés: al enfocarnos en nuestra respiración y en el momento presente, podemos liberar la tensión acumulada en nuestra mente y cuerpo, aminorando con ello la ansiedad y los niveles de estrés.
* Mejora de la concentración: aprender a dirigir nuestra atención nos ayuda a ser más efectivos en nuestras tareas diarias, aumentando así nuestra capacidad de concentración y enfoque.
* Equilibrio emocional: meditar nos permite observar nuestras emociones sin reaccionar impulsivamente, promoviéndose así un mayor autocontrol y una respuesta más tranquila ante las situaciones difíciles.
* Manejo del dolor: se descubrió que la meditación de atención plena es una técnica que reduce significativamente (hasta en un 60%) el dolor en entornos experimentales y clínicos.
* Aumento de la autoconciencia: al conectarnos con nuestra mente y emociones, desarrollamos una mayor comprensión de nosotros mismos; esto nos ayuda a identificar patrones negativos y a trabajar en nuestro crecimiento personal.
* Mejora del sueño: la meditación puede promover un sueño más profundo y reparador al reducir la ansiedad y el estrés que a menudo interfieren con el descanso adecuado.
Y para que nuestra introducción no les deje con dudas, vamos ahora a desarrollar seis de los tipos de meditación más conocidos de la mano de la maestra Yoga Alliance RYT200 Joselyn Segovia, quien nos los explica concretamente:
Vipassana, también se conoce como insight. Esta es tradicionalmente budista, pero también se relaciona con bases yóguicas, y de aquí también sale el mindfulness. Es inicialmente enraizar en la conciencia de la respiración, el cuerpo y los sentidos y, mientras se va avanzando en la práctica, se empiezan a observar los pensamientos y emociones sin un juicio.
Meditación de Sonido Primordial. Esta se basa en cantar mantras ya sea mental u oralmente. Se fundamenta en tradiciones védicas de la India y básicamente se repiten los mantras con el objetivo de encontrar relajación y entrar en estado meditativo.
Kundalini. Se centra la energía Kundalini que se encuentra en la base de la columna y se irriga a lo largo de ella. Se usan varias técnicas de respiración, mantras o cánticos, mudras o candados. Es un tipo de meditación energizante y es muy importante que sea guiada.
Zazen. Esta es la meditación sentada en una postura cómoda y erguida, además también se usan ejercicios de respiración y en algunos casos mudras (que son 'candados' energéticos que conectan canales de energía en el cuerpo).
Metta o también se le dice de amor benevolente. Se basa también en enseñanzas budistas. Se centra bastante en la empatía y compasión a uno mismo y a su entorno; es usada bastante en temas de autoestima.
Chakra. Se basa en 7 puntos energéticos del cuerpo que se relacionan además con elementos, colores, órganos, emociones y estados espirituales.
En una meditación chakra completa se va explorando cada uno de ellos, sus características, beneficios y se procura 'alinearlos' para encontrar equilibrio y paz.
Ahora yo insisto nuevamente que se nos quedan por explicar bastantes estilos, pero muchos de estos como también lo dice Joselyn: “se suelen derivar de los ya explicados o son ramas que se han profundizado en base a estos”.
Panas, porque soy chévere les compartiré un secreto a voces y contaré un poco sobre el mejor acercamiento que se puede hacer a la meditación… la meditación mindfulness o conciencia plena ¡Esta es especial porque no es espiritual, todos la podemos practicar en cualquier lugar, no tiene requisitos específicos y viene acompañada de evidencia científica sobre sus beneficios!
Mindfulness es una práctica mental que implica prestar atención deliberadamente al momento presente sin juzgarlo; se trata de cultivar una conciencia plena de nuestros pensamientos, emociones, sensaciones físicas y el entorno que nos rodea, en un estado de aceptación y apertura.
El Mindfulness tiene raíces en el budismo Theravada y se popularizó en 1970 cuando el profesor Jon Kabat-Zinn desarrolló un programa para reducir estrés en la Universidad de Massachusetts, aplicándose así por primera vez el mindfulness en entornos de salud para ayudar a las personas a manejar el estrés, el dolor crónico y las enfermedades. Desde entonces, la meditación mindfulness ha ganado popularidad en el ámbito de la psicología, la medicina y el bienestar general como herramienta de nueva generación; numerosos estudios científicos respaldan sus beneficios para la reducción del estrés, la ansiedad, la depresión, el aumento de la concentración y la mejora del bienestar emocional en general.
¿Y cómo puedo yo practicarla en mi vida?, gracias por preguntar, y pues ¡muy sencillamente! Para practicar la meditación mindfulness les comparto estos tips:
1. Encuentren un lugar tranquilo: solo necesitan un lugar cómodo y libre de distracciones donde puedan sentarse en una posición relajada.
2. Enfóquense en la respiración: comiencen cerrando sus ojos y presten toda su atención a la respiración. Sientan cómo el aire entra y sale de su cuerpo. Si su mente se distrae con pensamientos, no se juzguen, sean amable y simplemente acepten a las distracciones como naturales y redirijan su atención suavemente hacia la respiración.
Apliquen el mindfulness en las actividades diarias: lleven la atención plena a las actividades cotidianas; sea lavar los platos, caminar o incluso comer. Sientan cada sensación y experiencia sin apresurarse o juzgar.
4. Practiquen la gratitud: al final de cada sesión de mindfulness, tómense un momento para reconocer tres cosas por las que se sientan agradecidos en ese momento.
Panas no me creerán los impactos que puede tener una práctica tan simple en sus vidas. Muchos se preguntarán cuánto tiempo es necesario hacer esta meditación y la respuesta es: solo un instante; un instante puede ser un minuto, cinco, diez o dos horas. Lo único clave es que sean disciplinados y dediquen un instante diario.
Entonces, para recapitular, meditar no es algo de ‘gente iluminada’ o con altos ingresos económicos, es una actividad que todos podemos hacer -y es más deberíamos- considerando el estrés del día a día-, y el mindfulness es la mejor puerta para aprender a meditar y comenzar a apreciar el beneficioso impacto que tiene en nuestras vidas
Y sí, debo confesar que les mentí, si quieren meditar y practicar mindfulness sí hay un pequeño requisito… ¡Buscar paz para sus vidas!