—Ecu911, ¿Cuál es su emergencia?
—¡Me acaban de intentar robar el carro!
—¿le robaron el vehículo?, ¿en qué sector se encuentra?
—no, no me robaron el carro, pude escapar. Salí de un estacionamiento público en la mariscal y cuatro personas vinieron de los lados para cortarme el paso. Yo aceleré y me siguieron corriendo.
—¿en qué sector ocurrió esto?
—…en la mariscal.
—Vamos a tomar en cuenta su declaración.
—Pero, yo sigo acá, y estoy dispuesta a hablar con los policías para dar la descripción de los delincuentes que seguramente siguen en el sector… ¿No van a venir?
—Vamos a tomar en cuenta su reporte. Estese atenta a su celular —finaliza la operadora del Ecu911 y cuelga la llamada.
Nunca llegó una patrulla al sector ni tampoco devolvieron la llamada a la mujer que se salvó por poco de ser víctima de un robo… o de algo peor.
Y sí, este es el extracto de una conversación real del Ecu911 con una pana de hace una semana. Ah y que, ¡ocurrió al medio día!
Esta historia resuena en mí porque fui víctima de un robo similar hace diez años. No fui tan rápido y, en segundos, uno de los tres delincuentes tocó mi ventana con una pistola. No escribo para fomentar el miedo, solo diré que fue violento y traumático.
Meses atrás resonaban casos similares en la Ruta Viva, vía que conecta a Quito con el aeropuerto. Ataques de delincuentes con “miguelitos” para desinflar las llantas de los vehículos para después acercarse aparentando ser buenos samaritanos —o en ocasiones ni tanto— y hacer de las suyas.
Insisto que los ecuatorianos buenos y honrados somos más. Pero crudamente si están al volante, hoy en día ni se les debe cruzar por la cabeza detenerse, sea para ayudar a un vehículo que está detenido o porque alguien les indica que algo anda mal con su carro.
Recomendaciones de la Policía Nacional ante esta modalidad de atraco nos señalan que es importante:
• Asegurar puertas y ventanas.
• Enviar ubicación en tiempo real.
• Evitar las distracciones.
• Guardar objetos de valor.
• Identificar puntos seguros.
• No circular solos de madrugada.
• Reportar actividad sospechosa al ECU911
• Tomar rutas alternas.
Que esta historia sea una alerta para todos. Y si llegasen a ser víctimas de un atraco, panas, ante todo cuiden su vida, porque aunque solo nosotros sabemos el sudor que costó tener ese celular, bolso, o inclusive carro. Lo material se recupera, pero nosotros somos la edición limitada uno de uno y son lo más valioso que existe. ¡Cuídense mucho, hasta la próxima!