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El Telégrafo
Gunther Kublik

¡Panas!, conocer ChatGPT esimportante (II)

21 de diciembre de 2023

La inteligencia artificial generativa ChatGPT acaba de cumplir un año en el mercado, dándome el motivo perfecto para compartir con mis panas una nota que explore qué cambió en este tiempo y algunas cuestiones interesantes que merecen nuestro interés. Acompáñenme y vamos a explorar brevemente todo lo que deben saber en torno a ChatGPT y las muchas nuevas inteligencias artificiales que podemos usar ahora mismo.

Para los panas que recién me leen, en marzo ya exploramos qué es, cómo podría afectarnos y cómo podemos sacar provecho a ChatGPT. Llegándose a la conclusión de que podemos estar tranquilos ya que ChatGPT y las IA’s no nos van a dejar sin trabajo en el corto plazo, pero sí es innegable un impacto próximo en nuestras ocupaciones, desde ya en labores simples y repetitivas y, a más largo plazo, en otras donde se pueda instruir a la inteligencia artificial en un conjunto de reglas que permitan llegar a un objetivo complejo; enfatizándose que el criterio humano es irremplazable para evitar sesgos y errores.

Entremos al tema y sin más preludio, veamos lo bueno, lo malo y lo feo de ChatGPT y las IA’s en este año:

Arrancando con lo bueno, con 1.7 billones de usuarios ChatGPT es la aplicación de consumo que más rápido ha crecido en la historia, es por ello que tanto la versión 3.5 (gratuita) como la 4 (paga) han mejorado significativamente en un año; siendo ahora la versión paga capaz de reconocer audio, texto e imágenes e integrar plugins.

Ah, y por si eso no fuera poco, casi toda transnacional que tenga algo que ver con tecnología ha desarrollado su ‘propio ChatGPT’; Google tiene a Bard, Microsoft a Copilot, Amazon tiene a Q, Android a Gemini, X a Grok, Apple a Ajax, Anthropic a Claude y etcétera.

Aquí también hago un pequeño paréntesis para destacar a las imágenes generadas por IA como DALL-E, Midjourney o Craiyon que han ganado éticamente(?) concursos de arte. O, a esos hitsazos musicales como NostalgIA que se han convertido en tendencia por generar canciones con la voz de los cantantes del momento, no sin llegar cargados de polémica y mucho trabajo humano por detrás del producto final que apreciamos.

Ahora, lo malo, es que existen graves críticas sobre el uso de energía que demandan y su impacto contaminante. Por ejemplo, al hablar de generar imágenes con una IA no especializada en imágenes, recientes estudios señalan que hacer tan solo una imagen equivale en electricidad a la carga 0-100% de un smartphone o, dicho de otra manera, 1.000 imágenes tienen una huella de carbón que deja un vehículo de gasolina al conducir 6.5km.

A manera de curiosidad, lo malo #2, es que, en este último mes, a modo todavía inexplicable ChatGPT 4 se está rehusando a cumplir determinadas acciones que se le piden o las hace a medias. Sus mismos creadores lo han confirmado vía X y están tomando medidas en el asunto, ya que es un cambio no intencional producto de manejar modelos comportamentales en IA. Por ejemplo, al solicitar a la IA que transcriba el texto de una foto esta responde que no quiere hacerlo o, al pedirle una tarea tediosa como contar algo en un texto suele responder que lo hagamos nosotros mismos. Terminando ahora con lo feo. Existen serias dudas sobre la rentabilidad de ChatGPT ya que funciona a pérdida en la versión GPT 3.5 (la gratuita), porque cuesta a la compañía nada menos que 0.36 centavos por pregunta. A manera similar OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT no se libra de problemas de estructura internos. Recordemos la muy inusual situación que pasó hace poco cuando su CEO Sam Altman fue cesado por la junta directiva, al instante fue fichado por Microsoft, pero regresó a los cinco días como CEO de OpenAI y cambió a la junta directiva; todo por un choque de visiones comerciales y de poder.

Lo importante ahora, sea por los problemas de autoría intelectual, de uso ético, de privacidad o por evitar una ‘Skynet a la Terminator’ debemos avanzar hacia cuerpos normativos que regulen sus riesgos y lo que se puede y no hacer con IA (panas consulten la AI Act de la Unión Europea). Siempre con la brújula bien señalada en un norte que sea ayudarnos éticamente en nuestras labores como una herramienta novedosa.

Para concluir, panas, ya lo dije y lo insisto, hasta el momento nada ni nadie nos quitará como humanos la habilidad de crear cosas maravillosas, lo que sí debemos procurar es aceptar estas nuevas tecnologías como herramientas y avanzar hacia la creación de cuerpos legales que regulen estas maravillas. Así que para los que todavía no han probado estas herramientazas, vayan, háganlo y sorpréndanse ustedes mismos… ¡Qué momento para estar vivos!

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