Era cuestión de esperar la 66ª Asamblea General de la ONU para confirmar la posición de sus miembros frente a la evidente presentación de la propuesta palestina de ser reconocida ante este organismo como el Estado 194.
De nada valió que Brasil haya apoyado la solicitud palestina al inaugurar el debate en la Asamblea General de la ONU, ni que Argentina y la mayoría de Latinoamérica hayan realizado declaraciones en igual sentido, ante la posición radical del presidente Obama de no hacerlo: “Estoy convencido de que no hay atajos para poner fin a este conflicto que se ha prolongado por décadas. La paz no se alcanza con declaraciones y resoluciones en las Naciones Unidas. Si fuera así de fácil, ya se hubiera logrado…”.
Estas palabras ratifican que la ONU ha venido perdiendo liderazgo para representar los derechos de las naciones, circunstancia que, además, quedó demostrada cuando EE.UU. decidió atacar a Irak, basado en la presunta existencia de armas nucleares en este país, contra la opinión de la mayoría de los miembros de la ONU y con el agravante de que jamás se encontraron las armas. ¿La ONU exigió respuestas a EE.UU. o este ofreció disculpas al mundo o a su pueblo?
Palestina necesita 9 de 15 votos en el Consejo de Seguridad y ningún veto de los miembros permanentes como EE.UU., Francia, Gran Bretaña, China y Rusia. Los dos últimos podrán tener una postura a favor o neutra ante la propuesta, pero EE.UU., Gran Bretaña y tal vez Francia pueden vetar la petición de reconocimiento de un Estado palestino con las fronteras previas a la guerra de los seis días de 1967.
Si parece imposible que la propuesta palestina sea aprobada, ¿qué buscaba Abás al presentarla? 18 años de negociaciones fallidas ante la pasividad de la ONU y un pueblo oprimido y humillado por falta de solidaridad, debe hacernos pensar que su estrategia es crear conciencia de que llegó el tiempo de dar solución definitiva a este problema.
Según EFE, Abás habría logrado que 128 países reconozcan el Estado palestino, lo que representa más del 75% de la población mundial y 8 de los 9 votos que requiere en el Consejo de Seguridad, siendo Colombia clave, ya que su Presidente ha preferido alejarse de la posición regional, aunque en sus últimas declaraciones su cancillería ha dejado
entrever que Colombia se abstendrá de votar.
Aunque la tenacidad palestina ha logrado lazos de solidaridad mundial, no es suficiente para enfrentar al poder económico y militar de quienes controlan la ONU, pero este pueblo avanza como Don Quijote y Sancho Panza…sin parar.