Emilio Palacio, editorialista de El Universo, conspirador honoris causa del 30 de septiembre 2010, acaba de escribir un artículo terrorífico en que afirma que se prepara un gran fraude electoral para el 7 de mayo, organizado obviamente por el gobierno de Rafael Correa. Según Palacio, el fraude tendría la finalidad de hacer triunfar al Sí, ya que el No ha crecido tanto que su triunfo es inevitable. Para evitar esta grave derrota política, que arrojaría al abismo al líder de la Revolución Ciudadana, el único camino es el gran fraude.
Para sustentar tamaño disparate, el editorialista sostiene que la vil maniobra se hará en Guayaquil, donde hay equipos preparados y técnicamente solventes para el caso. Como prueba de ello Palacio asegura algo formidable: que allí se hizo fraude contra las candidaturas presidenciales de Jaime Roldós Aguilera, Abdalá Bucaram Ortiz “y otros” que no menciona, pero que debió hacerlo, porque entonces sabríamos por su boca que hubo un gran fraude contra Álvaro Noboa a fin de que triunfara Jamil Mahuad.
¡Maravillosas noticias! Solo que el celebrado periodista debió darlas a conocer en 1979, cuando los socialcristianos armaron el fraude contra Roldós en el vano intento de que triunfara su candidato Sixto Durán-Ballén, o cuando igualmente lo hicieron en 1996 contra Bucaram en el desesperado afán de que triunfara Jaime Nebot Saadi, también candidato del Partido Social Cristiano.
¡Qué lección de periodismo!, guardarse la verdad por décadas para no desnudar los sucios manejos de la derecha. Y hablar ahora, 32 años después, con el perverso fin de quitarle legitimidad al triunfo del Sí, que lo sabe todo el mundo y lo proclaman todos los sondeos de opinión.
La tesis de Palacio no es un chiste turro. Es el anuncio de la campaña que se viene, volver el agua lodo con el cuento del fraude para convencer a los ingenuos que Rafael Correa manipuló los resultados de la consulta a fin de consolidar su “dictadura” y allanar el camino para la reelección presidencial. Y claro, como el pueblo ecuatoriano no soporta dictadores, promover levantamientos, huelgas, paros, manifestaciones, en fin, el caos, con el apoyo de los gringos y el contento de los ecuagringos. Otro 30 de Septiembre, esta vez apuntando bien para que no falle el magnicidio.
A propósito de Emilio Palacio y sus siniestras profecías, vale la pena recordar que, pocas horas antes del motín policial, a las 10 de la noche del 29 de septiembre de 2010, circuló en Guayaquil El Universo con un artículo furibundo suscrito por el mentado ex izquierdista, bajo el título de “El hacha de RC”, que lo mismo significaba Revolución Ciudadana que Rafael Correa, y que era un franco llamado a la subversión que estalló horas después.