Como la oposición política atorada y dividida no da tregua a sus ambiciones, utilizando dinero, el sabotaje, la provocación y la violencia por derrumbar al gobierno socialista del siglo XXI y a su líder Rafael Correa Delgado, Alianza PAIS se alista en todos los frentes, analiza estrategias y moviliza a sus cuadros para los inevitables enfrentamientos y defender las conquistas de la Revolución Ciudadana y su continuidad hasta la consagración de sus objetivos, principalmente mejorar las condiciones de vida de los más pobres de la patria.
Los dirigentes de los grupos contrarios, desleales y traidores, los mismos rostros marcados por la indiferencia ciudadana, salen de los escombros, enfurecidos, en busca de un rincón o espacio para conspirar e intentar recuperar privilegios y seguir explotando a los abandonados de siempre; con el apoyo de la prensa comercial, que sin ocultar su entrega a la derecha conservadora, abiertamente, aún sin entrar en campaña electoral, plantea y azuza la protesta callejera, sin norte, en contradicción con los altos fines del periodismo: predicar la verdad y fomentar la paz de los pueblos. Hechos recientes, la agresión a los guardianes del orden público, revelan la presencia de grupos armados con instrucciones para promover el caos y desestabilizar al régimen del Buen Vivir. Conviene recordar que la Policía Nacional se fortalece para cumplir con eficiencia lo prescrito en la Constitución de la República: “atender la seguridad ciudadana, el orden público y proteger el libre ejercicio de los derechos y seguridad de las personas, dentro del territorio nacional”. Es lamentable que los medios de comunicación privados comprometidos con la derecha conservadora y sus aliados, en lugar de difundir la positiva labor de la institución policial alienten y exalten las protestas callejeras sin sentido, protagonizadas por conocidos revoltosos, lanzapiedras y conspiradores hasta convertirlos en héroes. Qué sarcasmo encierra la actitud de los periodistas ‘independientes’: silenciar la abnegada tarea y el sacrificio de los agentes del orden y protectores de la vida y bienes de los ecuatorianos, y de otro lado, conceder amplia cobertura informativa a los vándalos callejeros y sus asesores.
Pese a la lejanía del lance electoral de 2017, de acuerdo con los analistas de los medios comerciales, la lucha por la restauración conservadora se radicalizará, simplemente, porque la oligarquía y sus seguidores presienten catastrófica derrota en las urnas, frente a la firmeza de Alianza PAIS de mantener la continuidad del proyecto político de la Revolución Ciudadana, hasta su consagración, sin límite de tiempo.
A los articulistas y editores de los llamados medios ‘independientes’ se les terminaron los pretextos para agredir al régimen del Buen Vivir y su gran líder. Ya no funcionan las argucias sobre la libertad de expresión, persecución a los contrarios, las enmiendas constitucionales, entre otros temas, y solo les queda desenterrar a políticos fracasados, crear falsos redentores y recurrir a fomentar la trifulca callejera como último escenario de la oposición con fines conspirativos.
Alianza PAIS exhibe como arma sus planes en marcha, acorde con el esquema nacional del régimen socialista del siglo XXI, que incluyen mejoramiento de las condiciones de vida de los ecuatorianos en toda su dimensión, y el respeto a la consulta cívica electoral –instrumento de los gobiernos democráticos– para que el pueblo en las urnas seleccione a sus conductores. (O)