No es sorpresa, es indignante que los países de la región conspiren en contra de los regímenes constituidos legal y democráticamente. Acogen delincuentes, prófugos y sentenciados, con premeditación y alevosía, sin la menor consideración al ordenamiento jurídico de los estados, con la más desvergonzada complicidad y descaro.
Muchos son los ejemplos que podemos citar sobre evasiones, fugas, artimañas y astutas tretas de ex funcionarios gubernamentales que, siendo acusados de llevarse el santo, las limosnas y hasta el poco dinero de las billeteras de los fieles, se han refugiado en países “amigos”. Hay que reconocer, en los tristemente célebres fugitivos, el talento que supone planificar los escapes, el conocimiento de la logística necesaria, la capacidad para el diseño del itinerario, la coordinación interna y externa del plan, todo en tiempos exactos y cronometrados. Ya fuera de peligro, la organización debe continuar con la segunda fase, esto es, buscar una justificación que sea el argumento a publicar.
Los hermanos Alvarado han hecho de Venezuela su dorado hábitat, todavía se recuerda la nota informativa de Fernando, en la que agradecía, dejaba como recuerdo su grillete y a renglón seguido desaparecía rumbo al llano. A México, es por todos conocido, que la cúpula de la llamada revolución ciudadana “emigró” para eludir procesos de investigación que podían desembocar en procesos judiciales. Por el Perú ronda Ramiro González a la espera del primer descuido para resolver su situación, a él le queda todo cuesta arriba porque, al final de su gestión, se distanció del jefe del entramado.
Argentina no es la excepción, a ritmo de tango pululan por tierras gauchas, baby Yunda involucrado en investigaciones de corrupción por haberse filtrado chats que, evidencian un presunto tráfico de influencias durante la administración de su padre el alcalde destituido Jorge Yunda; Hernán Luque Lecaro, protagonista de la corruptela en varias empresas estatales, también circula por la pampa, ya cantó el “adiós muchachos” tomó su “caminito” ahora permanece a “media luz” y escuchando “fumando espero” estará por los tejados hasta que otro gran escándalo surja y aplaque al suyo. De “volver” ni hablar.
Ahora se suma a la lista, la ex ministra de Transporte y Obras Públicas de la década pasada, María de los Ángeles Duarte sentenciada a 8 años de prisión, por el caso de corrupción Sobornos 2012-2016, refugiada en la embajada argentina, de la cual, dice y así lo ha informado, tres días después de la fuga, el canciller argentino y el embajador Gabriel Fucks en Quito, con desparpajo y sin vergüenza afirman que, el edificio en que Duarte habitaba es distante a la residencia oficial, que hicieron la verificación y no ubicaron su paradero…es decir, se ha escapado…
La reacción del canciller Juan Carlos Holguín, lejos del exabrupto y la visceralidad, ha sido inmediata, contundente y apegada a los principios y normas del derecho internacional, la sociedad ecuatoriana rescata, la sensatez y mística de trabajo demostrada en medio de las crisis que ha enfrentado. El equipo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ha dado la talla y hay que reconocerlo sin ambages.
La prófuga Duarte, ahora ya en Venezuela, espera su revolucionario pasaporte argentino y seguro se integrará a las reuniones del partido en México, ella aporta y no podía quedarse por fuera o, mejor dicho, no podía quedarse adentro.
Vaya amistad la de Venezuela, México y Argentina, con amigos así, no hacen falta enemigos.