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El Telégrafo
Mauricio Riofrío Cuadrado

Nuevos gobiernos locales: 100 días

07 de mayo de 2023

Lo cotidiano de un país transcurre en el barrio, en urbanizaciones y condominios, en organizaciones educativas, sociales, deportivas y empresariales, entre otros estamentos, no cabe ninguna duda que las comunidades urbana y rural son la base de la agenda del estado, pues constituyen el pulso y torrente sanguíneo, sobre los que se asienta la vida de la nación.

En pocos días asumirán sus funciones en los gobiernos seccionales, prefectos, alcaldes, concejales y miembros de juntas parroquiales, hay que esperar que lo hagan con verdadero patriotismo, conscientes de que la campaña electoral terminó y ahora son el timón de sus respectivas jurisdicciones.

La conformación de equipos de trabajo es vital para el futuro de las administraciones locales, ahí está el detalle y la diferencia entre una gestión exitosa, transparente y efectiva o una calamitosa, inoperante y corrupta. La curva de aprendizaje en el sector público tiene un lapso aproximado de tres meses, ese es el tiempo que tienen las autoridades para arrancar y empezar, a partir de ese momento los pretextos no valen y las culpas no se endilgan.

La administración del talento humano, los procesos de compra y adquisiciones, los rubros financiero y presupuestario son temas ineludibles que deben ser tratados con estricto rigor legal. Las Normas de Control Interno de la Contraloría General del Estado y en general la Constitución y la ley, deberán ser la Biblia de los funcionarios públicos entrantes.

Ojo, con quienes manejen la contratación pública, porque muchas veces ahí germina la corrupción que afecta a los intereses de todos y cada uno de los ecuatorianos, ahí está en muchos casos, parapetada la delincuencia organizada que, junto con la carencia de valores humanos y la evidente falta de códigos de comportamiento, se han ensañado con el Ecuador.

Las nuevas autoridades deberán cernir y tamizar a sus colaboradores, los eficientes deberán quedarse, los avivatos y cuestionados, deberán irse. La felonía en estos tiempos de transición está al acecho, unos por dinero, otros por vanidad, unos por supuesta ideología, otros por descarado interés y desde luego por el capital entero.

El orden es el camino, la pulcritud y la transparencia deben ser parte de todas las hojas de ruta, la selección de cuadros de dirección y asesoría son fundamentales, la experiencia y trayectoria, los antecedentes, la formación profesional y sobre todo la condición ética de los diferentes equipos de trabajo, marcarán la línea de la gestión. Esa es la única salida que tiene la república.

Las nuevas autoridades deberán separar la paja del grano, identificar a los fanfarrones, pajarracos y gaznápiros para quedarse con el oro y desechar el oropel.

Los primeros 100 días son un buen parámetro para saber por dónde van los tiros de los ungidos, si todo marcha dentro de los términos esperados el éxito podrá vislumbrarse, en caso contrario, deben saber que gobernar es rectificar, para ello hay que escuchar al pueblo, que ciertamente no es la voz de Dios eso lo sabemos, pero es el que sufre al final del camino. Escuchar, reflexionar y decidir…y sobre todo NO ROBAR…

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