La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) nació el 3 de diciembre de 2011, en la ciudad de Caracas.
Esta organización está constituida por treinta y tres países de la región, que en conjunto reúnen 580 millones de habitantes, con un ingreso per cápita promedio de 8.980 dólares. El PIB representa el 8% a nivel mundial, mientras que los habitantes de la región representan el 9% de la población total del planeta.
Sin duda, la Celac representa el mayor logro político de la región. Es una oportunidad única que no hay que dejar pasar. Las iniciativas integracionistas cobraron fuerza a partir de los cambios políticos, sociales, culturales y económicos, que impulsan varios gobiernos progresistas. Existe ya una conciencia popular sobre el derecho al desarrollo y a la soberanía.
Llegó la hora para que los gobiernos de América Latina y el Caribe -utilizando mecanismos de diálogo, cooperación e integración- formulen políticas de bloque. Que sea una sola voz la que hable por los 33 países miembros de la región.
Esta es la ruta estratégica trazada por nuestros libertadores hace doscientos años.
Para el presente año está prevista en Chile la reunión de la Celac. También está programada la primera cumbre Celac–Unión Europea, en la que se estrenará un sólido frente de interlocución, sin la presencia de EE.UU. y Canadá.
La razón para estas dos ausencias es simple: hay épocas en la vida de los pueblos en las que se alcanza la mayoría de edad. Entonces ya no hay necesidad de tutores ni curadores.
En la multipolaridad hay instancias de construcción de poder regional, como la Unasur o el Nafta. También hay instancias de composición más heterogénea. Un ejemplo son los Brics, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Durante el presente año en la Celac la tarea administrativa de control y seguimiento es responsabilidad de Chile, Venezuela y Cuba.
El Ecuador podría plantear la creación de nuevas instituciones regionales que –siendo parte de la Celac– estén acordes con los nuevos tiempos que vivimos; por ejemplo:
a) La Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Oelac).
b) El Consejo Latinoamericano y del Caribe para la Defensa.
c) La Comisión Latinoamericana y del Caribe para la Democracia y la Soberanía.
d) La Comisión Latinoamericana y del Caribe para la Protección de los Recursos Naturales (agua, petróleo, gas, metales, etc.).
Si la OEA se ha convertido en un Ministerio de Colonias, esta es la razón que justifica plenamente el nacimiento de la Oelac.