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El Telégrafo
José Gonzalo Bonilla

La norma no es lo normal

10 de julio de 2019

Mario Sztajnszrajber, ese gran divulgador argentino de la filosofía, en uno de sus habituales programas de radio, se preguntaba sobre qué significa “ser normal”. Si abordamos el problema de lo fácil a lo complejo, hablando de música, cuando apareció el twist, se decía que eso no era música normal. Y cuando apareció el tango, no solo que no era música normal sino anormal y amoral.

Más grave aún cuando irrumpieron los Beatles. Eso ya no era música. Carecía de armonía. Las letras no podían ser peores. Y con toda seguridad incitaban al consumo de las drogas. Pasado el tiempo, el jazz, el twist, el tango hoy son ritmos y bailes de los salones más elegantes de la sociedad más encopetada.

Años después, los Beatles, ese grupo de musical anormal, fue condecorado por la reina Isabel II con la Orden del Imperio Británico. Fue la representante máxima de la moral victoriana la que avaló la categoría estética de estos músicos.

Sin serlo, una norma se convierte en un hecho objetivo concreto y natural. Desde esa perspectiva es muy fácil juzgar todo aquello que se halla en la otra orilla desde la que juzgamos. Por lo tanto, lo normal es aquello ubicado en nuestro entorno y que, según Darío, lo reconocemos como lo obvio y lo natural.

Todo aquello que se salga de estos parámetros aceptados por la mayoría, se lo califica como anormal. Pero no es lo mismo lo que piensa la mayoría que aquello que es en sí la realidad. Y es que las mayorías no necesariamente traducen lo que la realidad es. Luego, lo que existe es la imposición de lo que piensan las mayorías. Son ellas las que imponen las normas.

Según Darío, la norma no trata solo de reprimir sino de impulsar valores, productos, creencias que el sistema requiere que los ciudadanos consuman. Y es entonces, cuando la mayoría determina lo que está bien y lo que está mal. Solo ahí, aquello que inició como un supuesto consenso de la mayoría, se trasforma en un dogma moral.

Este es el fundamento para juzgar a todo aquel que no está de acuerdo con la mayoría como un anormal. Por ese motivo siempre toda minoría será catalogada como anormal. (O)

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