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El Telégrafo
Silvia Buendía

No todos los hombres

08 de marzo de 2018

En estos días ha circulado intensamente en redes sociales un texto del escritor mexicano Javier Raya titulado ‘Por qué no soy feminista’. Leerlo ha sido esclarecedor y ha puesto en palabras mis más recurrentes temores sobre cómo ven los hombres nuestra lucha feminista. Raya hace un honestísimo análisis sobre, lo que él llama, “el siempre problemático papel de los hombres en esta guerra. Porque eso sí, que no los agarren en curva, esto es una guerra. Una guerra que se libra en los cuerpos de las mujeres”.

¿Por qué es tan usual que, ante denuncias de violencia de género, salgan miles de varones a decir No todos los hombres? Ya sabemos que no todos los hombres son violadores o femicidas; de hecho, nadie dice que la totalidad de los hombres de la Tierra incurran en conductas violentas contra las mujeres. Pero existen hombres que sí lo hacen.

Y las mujeres sufrimos de esta violencia sistemática durante toda nuestra vida. ¿En serio decir ‘No todos los hombres’ es el mejor argumento que tiene el conglomerado masculino para responder a nuestros reclamos? En su texto Raya habla desde su condición de hombre cis heterosexual sobre un pacto patriarcal mediante el cual la normalización de la violencia contra las mujeres va de la mano con el silencio cómplice de los hombres.

Como el de las mafias sicilianas que implican un saber no dicho. El feminismo en pie de lucha, que exige erradicar la violencia de género, incomoda a la masa masculina y el pacto patriarcal se activa. En seguida la empatía de los hombres se coloca del lado del opresor en lugar del de la denunciante. A esta se la cuestiona, se la revictimiza, se la hace objeto de burla y hasta se le explica qué hizo para merecer las agresiones.

Javier Raya no se considera feminista, porque ese nombre, según él, le queda grande. Él la tiene clara: el feminismo es más necesario que nunca y las mujeres estamos haciendo nuestro trabajo. A los hombres les toca hacer el suyo, empezar a romper el pacto patriarcal. (O)  

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