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El Telégrafo
Aldo Maino Isaías

No todo es plata en la vida

26 de julio de 2022

Aunque usted no lo crea, no todo es plata en la vida. Cuando hablamos de educación superior se analizan muchas variantes, y siempre, siempre terminan llevándonos hacia la producción de recursos económicos. Esta bien, pero a veces podemos olvidar un paso previo a aquella producción, y es la cultura. Aprender para ser educado, luego para producir.

Un pueblo culto es un pueblo próspero. La cultura genera ideas y realiza el progreso. La apuesta en educación superior debe hacerse en primer lugar con miras a la cultura, luego mágicamente viene la producción, con ello los recursos y el bienestar económico.  Los pueblos educados generan mayores y mejores ideas, crean mas emprendimientos y con eso plazas de trabajo.

No en vano países desarrollados enfocan recursos en estudiantes de primera generación, aquellos que ingresan a una institución de educación superior por primera vez en su familia, previo a sus padres o hermanos. Lo hacen por una sencilla razón, porque la educación transforma vidas y por ende las familias. Al romper con ese círculo vicioso y brindar acceso a estudiantes de primera generación, generan bienestar y progreso a sus familias en cadena. Luego, las probabilidades que sus hijos opten por título profesional son altísimas, de tal manera que se logra convertir en un circulo virtuoso a la educación superior.

Hasta allí todo luce bonito. Pero ¿cómo hacemos, entonces, para insertar a chicos de primera generación y todos los que están en edad de buscar un titulo profesional?  No hay sistema perfecto en educación superior, sino el que mejor se adapta a la realidad de cada país.  En Ecuador también aplica el principio de la economía que los recursos son siempre limitados, por ello no hay posibilidad para atender toda la demanda que existe. Y aun no llegamos a las áreas de conocimiento de preferencia de los estudiantes.

Personalmente pienso que todos, absolutamente todos, tienen derecho y deberían acceder a la carrera profesional de su elección y vocación. Sin perjuicio de la inserción laboral, siempre pensaré que estudiar es lo mejor que le puede pasar a un ser humano.

Pero ¿cuál es el límite de la vocación? Cada uno debe elegir pero también calificar para ser elegido. No es cuestión de gustos solamente. Aquí se traba la primera gran discusión, la libertad de elegir. Pero esta elección no es unilateral sino de dos partes.

¿Por qué no se asigna más presupuesto y simplemente se aumentan los cupos? Esto ya pasó en 2015-2016 y el efecto fue justamente el contrario. Es decir, mayor presupuesto no es directamente proporcional con el aumento de espacios. Está más relacionado a la eficiencia en el manejo de los recursos y la decisión de cada universidad o instituto tecnológico de querer crecer en estudiantes. Esta termina siendo la ecuación que puede solucionar en gran medida el problema.

 

 

 

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