No sin la Academia: los Diálogos de Política Exterior del Ecuador
11 de octubre de 2022Ecuador se enfrenta a un escenario global incierto y cambiante. En este sentido, los desafíos del país no son menores y requieren que la política exterior no sea determinada sin una planificación que aborde riesgos, oportunidades y suficiente información. Ante ello, la Academia, como gestora del conocimiento, toma un rol fundamental para aportar en la toma de decisiones y cuestionarla si no logra beneficiar al país.
A veces se olvida que los académicos aportan nuevas perspectivas y producen conocimiento valioso para el entendimiento de la realidad. Un primer paso en el proceso de tender puentes entre la Academia y el Gobierno han sido las dos ediciones de los Diálogos de Política Exterior, organizadas por el Laboratorio de Relaciones Internacionales de la UIDE y que han contado con la participación de académicos y autoridades gubernamentales. En los primeros diálogos se expuso preocupaciones sobre la política exterior y los segundos fueron más allá y generaron propuestas que guíen las decisiones hacia el año 2040.
Son varias las recomendaciones que se pueden mencionar a partir de lo debatido en los diálogos. En este sentido, es prioritario llamar a que la planificación de política exterior sea desde el Estado, actualizada y responda a las prioridades de la sociedad. Ya no basta con tratar visiones simplistas de las relaciones internacionales del país. En cuanto a los vínculos con grandes potencias, estos no pueden ser improvisados y siempre deben priorizar los intereses nacionales. Mientras que, tampoco se debe olvidar el mantener un enfoque regional para tratar problemas de interés común. Sobre economía, es necesario el planteamiento de políticas que reconozcan que el escenario no es optimista en cuanto a la capacidad industrial del país y que insertar a Ecuador en cadenas de adición de valor es un tema lejano pero que, de no atenderse, puede resultar imposible.
Alrededor de la seguridad, se debe caer en cuenta que existen actores transnacionales ilegales que han penetrado en el Estado o que podrían hacerlo por medio de elección popular por lo que deben ser combatidos directamente, pero también priorizando políticas que no sean miopes con respecto a condiciones estructurales. A la par, se debe identificar nuevas amenazas como la ciberdelincuencia y la degradación ambiental. Finalmente, en cuanto a la institucionalidad democrática resulta esencial es trabajar en la cultura política y en la despolarización de la sociedad.
Es el momento indicado para repensar la política exterior ecuatoriana desde una visión participativa que involucre temas que antes fueron aislados. La inclusión de la academia garantiza el aporte de una mínima certeza para la toma de decisiones en un escenario cambiante, e incluso la participación de estudiantes que serán quienes tomen las riendas del país en el futuro que se diseña desde hoy.