El Ministerio de Salud Pública (MSP), a través de la Coordinación de Normatización e Investigación, ha invitado a determinados médicos e investigadores a participar en el "Taller de definición de prioridades nacionales de investigación en salud y socialización de procesos de aprobación de investigación en salud", a realizarse en Quito los días 23 y 24 de julio. El programa que se ha planteado discutir, y que posiblemente aprobarán los invitados, es cerrado y suscita algunas preocupaciones que ojalá consideren los organizadores.
Las ocho mesas establecidas tratarán algunos aspectos interesantes. Sin embargo, no se entiende por qué ciertos tópicos se proponen como políticas de investigación del sector salud. Se ha vuelto a la vieja visión que consideraba la desnutrición y la parasitosis como problemas de salud, cuando sabemos que la equidad social y económica, así como la prestación de servicios de prevención, resuelven esta problemática. Dentro de las políticas de investigación se plantean las lesiones de transporte, quizá porque están dentro de las principales causas de mortalidad y discapacidad asociadas al consumo de alcohol, pero realmente no se logra descifrar qué investigaciones prioritarias puede desarrollar el MSP sobre el transporte.
El 2011, el propio MSP difundió el "Portafolio de prioridades de investigación en salud en el Ecuador", donde constan patologías dignas de investigación. La Misión Manuela Espejo detectó que el 30% de discapacidades en el Ecuador son de origen genético y se las incluyó en las prioridades, cuando antes ocupaban el puesto 54 en importancia. El mismo 2011 se puso, con toda lógica e información científica, el cáncer (Ca) como prioridad, patología extrañamente omitida en la convocatoria actual, pese a su alta frecuencia y determinante de graves problemas y gastos.
Como enfermedad aislada, el cáncer es la primera causa de mortalidad y morbilidad nacional. El Ca tiene origen genético, al igual que su progresión y evolución, y en las poblaciones varía su incidencia, fármaco respuestas, periodo de vida, susceptibilidad a geno-tóxicos, entre otros aspectos que merecen investigación mundial.
El Ca es una patología tan trascendente en el país, que existen instituciones dedicadas a su atención, que quedarían fuera de la planificación. En un país con poca investigación, la prioridad debería ser investigar todo. Es imperioso incluir al Ca como prioridad; investigarlo enriquecerá el conocimiento nacional y mundial, y protegerá los derechos de los pacientes que ven en la investigación una alternativa esperanzadora.