El asambleísta de derecha Luis Fernando Torres llama a constituir un ‘frente’ que sea ‘alternativa de poder y no una simple alternativa electoral’, para las presidenciales de 2017, sobre doble estrategia: de una parte, las posibles candidaturas de Jaime Nebot o Guillermo Lasso; de otra, una ‘gran coalición con gente de la izquierda, de la centroizquierda, de la centroderecha, para hacer un llamado a que la reelección indefinida no pase’.
Nadie mejor que Torres para retratar aquello que el presidente Correa bautizó como peligro de ‘restauración conservadora’. El primer paso sería, entonces, quitar del camino a Rafael Correa. Para ello está la oposición a la enmienda constitucional que permitiría la reelección indefinida, pues suponen que así las cosas se facilitarían para un eventual retorno triunfal de las derechas y de los ‘opositores’ al proyecto ‘autoritario’ de la Revolución Ciudadana.
Para la ‘gran coalición’ contra la reelección indefinida, se contaría con los anticorreístas de cualquier signo, con una serie de medios de comunicación, y, sin duda, con aquellos opinadores y analistas encargados de sembrar los argumentos necesarios a su causa; pero las derechas no dudan en advertir que también cuentan con algunos sectores políticos, personalidades y hasta intelectuales que vienen de la centroizquierda y aun de ciertas izquierdas que se asumen como críticas, auténticas, revolucionarias y hasta marxistas, desde cuyas filas ya han salido claros pronunciamientos contra la reelección indefinida.
La segunda estrategia es el candidato del ‘frente’ para la alternativa de poder, algo parecido al ‘frente de reconstrucción nacional’ armado por los socialcristianos con su candidato León Febres-Cordero en 1984, para salir del ‘desastre’ del ‘comunista’ gobierno de Osvaldo Hurtado (1981-1984).
Nebot o Lasso no importa: ambos representan lo mismo. Su fuerza puede lucir prometedora, porque en el espectro político de las izquierdas y con Correa fuera de la contienda, es posible que nadie sea capaz de vencerlos. Así piensan.
De concretarse las estrategias de la restauración conservadora y si el ‘caudillo’ Rafael Correa y Alianza PAIS supuestamente ya no son capaces de ofrecer una alternativa de ‘izquierda’ y peor ‘socialista’, toca a las otras izquierdas, cualquiera sea su tinte, la responsabilidad histórica de construir y ofrecer al Ecuador una alternativa de poder, viable y segura, se apruebe o no la reelección indefinida.