Estamos convencidos de que la promoción de Ecuador no puede ser más exitosa y eficiente. Mostramos estadísticas dignas de felicitación donde comparamos cifras actuales con pasadas y se ven incrementos. Nadie las compara con el crecimiento turístico del resto de países de la región, donde estamos a la cola.
En el aspecto promocional, falta tecnificarse o al menos copiar lo que hacen eficientemente otros países.
Si vamos a una feria en Alemania, asumimos que todos los alemanes hablan inglés, lo cual es probable, pero si queremos vender a los teutones tenemos que hablarles en “su” idioma. La web oficial del Mintur no puede ser leída en alemán, sin embargo que acudimos cada año a la ITB en Berlín, costoso viaje que no se traduce en más visitas de alemanes a Ecuador.
Debemos aprovechar factores de temporalidad. El calentamiento global implica inviernos más largos y rigurosos en Canadá y Rusia, los grandes emisores que buscan sol desde diciembre a marzo, algo que nosotros tenemos, pero que no les hacemos saber. Pensar en ir a una feria de Rusia es un reto que nadie asume, porque a los rusos no les interesa ser buenos anfitriones sino hacer negocios. Nosotros buscamos ferias donde haya paseos y comida buffet.
Los canadienses son muy prácticos, son millones, tienen dinero, viajan mucho, les interesa lo nuevo y el Sol. Algún día de estos deberíamos visitarlos.
El mercado regional debe ser avizorado con más cuidado. Claro que acudir a las ferias europeas está por encima del más grande mercado emisivo que es Brasil, donde cada año una veintena de millones sale de la pobreza. Argentina no se toma en cuenta, tampoco Chile. Los vecinos pueden tener monedas propias, pero hay que entender que el rato que vengan traerán dólares.
El concepto de vecindad debería ampliarse un poco más. Colombia y Perú, más que vecinos son hermanos, los brasileros o argentinos son los vecinos a los cuales debemos hacerles saber que existimos. En el sur -donde viajo con frecuencia- la gente común y gran porcentaje de personas vinculadas al turismo no saben con exactitud dónde queda Ecuador, a pesar de que saben con certeza donde está Colombia y Perú.
El turismo de Ecuador requiere cambios que rompan el molde en que estamos prisioneros por cincuenta años, tenemos que llevar la Revolución Ciudadana al turismo, entender que la promoción mundial evolucionó, el mundo ha cambiado, debemos seguir su ritmo y exigencias que van más allá de bonitos paisajes y coloridos atuendos: hay que saber hacer negocios.