Los repentinos y violentos acontecimientos acaecidos en la frontera norte nos han tomado desprevenidos. Al parecer, en seguridad nacional se focalizaron más en el supuesto “enemigo” interno -léase indígenas, líderes sociales, opositores políticos- que en las verdaderas amenazas cercanas como el narcotráfico. La Senain fue precisamente la institución que dirigió este “espionaje” al más puro estilo criollo; por ello debemos celebrar su cierre, aunque esto no debe significar impunidad sobre lo que se hizo. Las acciones y archivos de su actividad deben investigarse y transparentarse.
El manejo del propio Ministerio de Defensa, como fuimos testigos todos durante el correísmo, fue bastante improvisado e irresponsable. Allí han desfilado académicos que no han sido precisamente conocedores de temas de seguridad y defensa, hasta el punto de convertirse este en el Ministerio de los poetas. Apreciamos el trabajo de los poetas, pero no para cumplir funciones de esa cartera de Estado. Pierde la poesía y la defensa.
Hoy, abocados a ataques constantes y secuestros por parte de grupos vinculados al narcotráfico, los ecuatorianos nos encontramos en verdadero estado de shock. Esas siempre fueron noticias lejanas para nosotros. Ahora despertamos a la realidad y es necesario tomar medidas urgentes. La primera debería ser poner al frente del Ministerio de Defensa a funcionarios que no solo conozcan del tema, sino que además tengan clara una estrategia para enfrentarlo, la cual debe contemplar -necesariamente- acciones conjuntas con el Estado colombiano.
El muro que necesitamos no será, al estilo de Trump, de acero o concreto. Necesitamos un “muro” de seguridad, de paz, de fronteras vivas y, sobre todo, el único “muro” que nos va a salvar de la plaga del narcotráfico -a largo plazo- podría ser una estudiada regulación para promover su legalización, y acabar con este negocio que genera ganancias extraordinarias y un nivel de violencia exacerbado por la disputa de los mercados y circuitos, a cargo de bandas delictivas en competencia. En esta iniciativa deberían unirse varios de los países latinoamericanos que se encuentran en la ruta del narcotráfico; bien haríamos en reactivar el debate sobre esta iniciativa. (O)