Los libros de historia recogen el origen del nombre de esta ciudad que está en boca de todos, al recordar que en 1674, por el tratado de Westminster, la isla de Manhattan pasó de los holandeses a los ingleses que le rebautizaron con el nombre de Nueva York en honor al Duque de York, mientras que con las colonias inglesas constituyeron Nueva Inglaterra.
Estar, sentir latir esta ciudad, es tener la sensación de estar parada en una frontera, espacio que genera acción y un suave pensamiento. La mezcla de culturas latinas, anglosajonas, africanas, aborígenes, caribeñas, asiáticas, conforman un ramillete de perfiles culturales y de posibilidades.
Para quienes viven en New York, consideran que habitar esta ciudad es una montaña rusa porque les conduce a través de todas las fases que van desde la euforia y felicidad hasta la soledad y tristeza, porque a pesar de estar rodeada de millones de personas, nadie le mira ni escucha.
Es un aprendizaje constante y aunque las calles y avenidas estén numeradas, perder el norte es fácil. En esta ciudad, con todas las personas que uno se cruza, tienen un sueño, un objetivo, un proyecto por el cual trabajan de manera incansable. Caen, se levantan, se re inventan y la lucha continua; también hay sensaciones y emociones que hacen suponer que, New York y cada habitante, bailan al mismo ritmo y todo lo demás puede esperar…
Tomarse la foto en el legendario aviso de Coca Cola del Times Square, en las escaleras del Met, junto al Toro de Wall Street, ir a un musical en Broadway y perderse en el Central Park, son vivencias imperdibles en la ciudad,
La marca N.Y.C es sinónimo de libertad, colores vibrantes y del espíritu de la ciudad, capital de la moda. Siempre hay mucho que ver y una de las imprescindibles vistas es contemplarla desde las alturas. Su inmenso entramado de rascacielos, es único en el mundo y algunos de ellos son tan icónicos que una y otra vez, usted lo ha visto en películas.
Su influencia artística y cultural es de las más fuertes del país. Ciudad inquieta, activa, llena de movimiento a cualquier hora del día, noche o cualquier día del año, no permanece quieta, de allí el título de ‘’ciudad que nunca duerme’’.
Esta urbe atrapa. Es compleja, maravillosa, desesperante, magnética, real que cuesta definirla. Es de claros y obscuros, crea tendencias y abre camino en un sinfín de ámbitos; el último grito en gastronomía, los rascacielos más altos y la prenda más selecta…
Está considerada como ciudad global dadas sus influencias a nivel mundial en los medios de comunicación, en la política, educación, entretenimiento, la moda y Gabriel García Márquez, siempre lo tuvo muy claro.
Conoció Nueva York gracias al periodismo, cuando Jorge Ricardo Masetti, en 1961, le pidiera dirigir una nueva oficina en el centro de Manhattan de la agencia de noticias, Prensa Latina.
El escritor, refiere a su estancia en N.Y. cómo más estresante que enriquecedora, toda vez que el gobierno de Estados Unidos acababa de romper sus relaciones con Cuba y los periodistas en suelo norteamericano al servicio de la Revolución, eran amenazados constantemente por disidentes cubanos y ciudadanos anticomunistas. Después de cinco meses de tensión, el Gabo, renunció y junto a su familia salió rumbo a México. Desde ese momento, el gobierno de E.U. lo incluyó en su ‘’lista negra’’ y le negó la visa en incontables ocasiones. Durante años, Nueva York, fue su ciudad prohibida.
Retornó a ella con un visado especial en 1971, cuando la Universidad de Columbia, le otorgó un Doctorado Honoris Causa, por sus contribuciones literarias. La visa expiró dos años más tarde, luego de que el escritor hiciera pública su solidaridad con Chile ante el golpe de estado gestado por Augusto Pinochet.
Con el pasar del tiempo, los viajes se hicieron más frecuentes y la consideraba una metrópoli de la humanidad, siempre en crecimiento y llena de una heterogénea riqueza cultural.
Por lo alto, este 2023, la ciudad celebra medio siglo del nacimiento del hip-hop de la avenida Sedgwick en el Bronx y que pasó del género callejero prohibido a ser una música de alcance mundial. Para la celebración- abarcó todos los condados- se enganchó con el elemento educativo, para lo cual, la ciudad se asoció con el Museo del Hip Hop que se construyó en el Bronx, condado donde surgió este estilo de música y baile .