El siglo XXI nos reta a consolidar el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género y “el liderazgo femenino es transformador”.
Las mujeres están reconstruyendo su presente y su futuro, reconocen y valoran su inteligencia, su liderazgo para incidir en los cambios de realidades, y un hálito que llena de empoderamiento es recordar el legado histórico que han dejado grandes mujeres; sus luchas son conmemoradas y han permitido conseguir que los derechos humanos de las mujeres estén consagrados en las constituciones y leyes contemporáneas, para que puedan, ahora, reescribir su vida como ciudadanas.
La Mujer del siglo XXI está viviendo un escenario de grandes transformaciones económicas, políticas, sociales, culturales y tecnológicas; esta es la época que consolida la democracia con la activa participación de las mujeres, y en menos de un siglo, las mujeres han sido actoras de los avances en materia de igualdad, de empoderamiento para la toma de decisión y aquí se destaca mayor acceso a la educación, salud, incorporación al mercado de trabajo y en la participación política.
Pero, pese a todos los logros alcanzados, la participación de las mujeres en condiciones de igualdad sigue siendo un reto: aún falta garantizar su participación en todos los ámbitos, avanzar en la equiparación de salarios justos, en garantizar el cumplimiento de paridad de género en puestos de representación y elección popular, en profundizar la erradicación de la violencia de género. Así mismo, se evidencia dificultades en flexibilizar los horarios de trabajo de manera que se garantice, en mejores condiciones para las mujeres, ajustar su tiempo de trabajo productivo y reproductivo.
En este siglo, de mayor desarrollo de las tecnologías y del conocimiento, aún persiste una significativa diferencia en la matriculación en las carreras de ingeniería, física y matemáticas, como parte de la herencia de la construcción sociocultural que afianza la división sexual del trabajo, por lo tanto, las mujeres asumen carreras relacionadas con su rol tradicional.
Sin embargo, el siglo XXI constituye un reto y abre oportunidades para una transformación política y social que busca alcanzar la inclusión, la igualdad y la paridad de género para conquistar la verdadera participación de las mujeres en el desarrollo sostenible. (O)