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El Telégrafo
Guido Calderón

Monarquía o República

08 de junio de 2014

España es un país informado por una prensa de gente vieja, en más o en menos monárquica, mayormente sensacionalista y rosa que da pocos espacios a los jóvenes y minimiza en lo posible a los movimientos sociales. Se tiene tiempo y abundante espacio para el análisis filosóficos, la gastronomía, los graves problemas de África o de Sudamérica, pero poco se dice del 25% de españoles bajo el umbral de pobreza.

Sus dos partidos políticos que se alternan en el poder siguen la misma regla: monárquicos y dirigidos por gente vieja que en América Latina ya estaría jubilada.

La abdicación del rey en favor de su hijo, que ha sorprendo al mundo, ha inflado los noticieros ibéricos al tope con interminables horas de parloteo sobre este proceso que busca remozar una monarquía altamente desgastada y no se ha parado de alabar las dotes del nuevo rey, de quien se repite constantemente que ha sido preparado desde niño para gobernar, con lo que los medios dan por digerida una sucesión que no tiene una ley de respaldo, toda vez que el rey abdicante fue nombrado por Franco, por lo que el parlamento se va a reunir de urgencia para crear la plataforma legal que sustente al nuevo rey y por ende se perpetúe la monarquía.

Los máximos dirigentes del PP -en el poder- y PSOE -de oposición- han salido inmediatamente a los medios a agradecer al rey saliente por su valioso aporte a ... no tienen muy claro que hay que agradecer, en tanto en las calle miles de jóvenes -y ya no tan jóvenes- que han soportado y sostenido la crisis económica y que no han votado por la actual Constitución ni por el sistema de partidos imperante, exigen un referendo, la Tercera República y el fin de la monarquía, pero evidentemente son invisibilizados por los medios, que felicitan el relevo generación de la realeza, pero ni mencionan que este relevo llegue a la política y menos a los propios avinagrados medios.

Cada vez que se llega a España hay un detonante mediático; el año anterior eran las durísimas medidas económicas, ahora es un rey que abdica, pero siempre los medios van direccionados en favor del poder imperante y muy poco amistoso con quienes quieren cambios de verdad. Así las cosas, en España la monarquía, al igual que el capitalismo, tienen un futuro promisorio.    

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