Hace unos días el canal de televisión CNN entrevistó a un profesor universitario norteamericano, sobre un tema que me llamó la atención: el inusitado incremento de millennials de ese país, que se identifican con el socialismo y el comunismo, lo que ha prendido las alarmas en los estamentos de Estado, la academia y los propios medios de comunicación, que lo exponen abiertamente.
Los jóvenes de la llamada generación Y, nacidos después de 1980, conforman en realidad una cultura global traspasada por el uso de tecnologías, la sobreabundancia de información de opinión, el derrumbe de antiguas utopías y religiones y la advertencia de un desastre ecológico planetario. La información divulgada en CNN se articula con otros datos provenientes de Europa, donde igualmente cada vez más jóvenes están nutriendo movimientos identificados con el comunismo.
A la par, RT, cadena televisiva rusa, de una línea distinta a CNN, también presentó un reportaje en noviembre de 2017, en el que se afirmaba que los norteamericanos de la generación Y se adhieren a las siguientes tendencias: 7% al fascismo, 7% al comunismo, 42% al capitalismo y 44% al socialismo.
La comunicadora del programa señaló que una de las razones por las que la mayoría de los millennials (51%) prefieren al socialismo y comunismo, tiene que ver con la noción de que la economía estadounidense funciona en su contra, hay un deterioro de los salarios y, por lo tanto, han perdido la fe en su futuro. El politólogo Adrián Boutureira señaló en el mismo programa, que la tendencia es global, el “fallo” de los mercados no está ofreciendo garantías a la juventud y en el caso de los jóvenes estadounidenses, se están dando cuenta de que “sobre todo el neoliberalismo”, no ofrece las oportunidades prometidas.
No debe sorprendernos que en el marco de una crisis estructural, los jóvenes del mundo, como siempre lo han hecho a lo largo de la historia, busquen una profunda transformación del sistema y demanden un mundo donde las relaciones y el sentido social prevalezca. Lo que aún es difícil prever es cuál será ese nuevo modo social armónico que crearían, y cuáles serán los rasgos del orden político que articularía a los sistemas locales habitados por el Homo sapiens.
¡Interesante, muy interesante! Ojalá nuestra generación esté viva cuando se produzca el renacimiento, para recibir la lección. (O)