Milei, aunque ignaro y prepotente podría dar salida a la Argentina
16 de noviembre de 2023El domingo pasado, el 55% de los argentinos presenció el debate para la segunda vuelta presidencial entre Javier Milei y Sergio Massa. Por cierto, este se desarrolló en un formato mucho más interesante que el que realizaron Luisa González y Daniel Noboa aquí en Ecuador.
Como todo “debate” no se centró en aspectos conceptuales, sino que estuvo dirigido a conquistar a ese porcentaje de indecisos que se jugaba entre el antiperonismo, por un lado, y el miedo a Milei por el otro. Podría decirse que se enfrentaron la angustia diaria de la inflación galopante y la apuesta por una esperanza de cambio mágico de los ensayos peronistas populistas de tantos años.
A más del electorado argentino estuvieron pendiente del debate, principalmente los líderes latinoamericanos del socialismo del siglo XXI. Se dice que Lula apoyó la campaña de Massa financiando los asesores que, en su momento, le apoyaron en el debate con Bolsonaro en el Brasil. Si revisamos los archivos fílmicos de la época, es fácil darse cuenta que el candidato peronista guardó el mismo esquema que Luiz Inácio Lula candidato del Partido de los Trabajadores del Brasil.
Sergio Massa aplicó el mismo formato discursivo y corporal que tuvo el candidato del Brasil y que le permitió ganar pese a todas las denuncias de corrupción.
Javier Milei estuvo titubeante y sin argumentos. Se dejó llevar hasta las cuerdas y de ahí no salió. Se limitó a tener una actitud de reactiva y no pasó a una estrategia de ataque. Se confinó a responder los ataques del candidato peronista.
Milei, si bien pudo haberlo traído de los cabellos a Sergio Massa para recordarle su responsabilidad en la inflación del 145% que vive la Argentina, el alto índice de desempleo; la caída de un 3,5% del PIB en el 2023; los alarmantes índices de corrupción desde la era de los Kirchner, la inseguridad y la violencia que vive Argentina; las paupérrimas pensiones de los jubilados de $ 90, o los bajos sueldos. Nada de esto lo mencionó. Desaprovechó tomar la lección al gobierno en su conjunto.
El “Peluca” no habló al electorado indeciso. Se preocupó de justificarse y responder a las acusaciones de sus declaraciones de campaña. Tuvo que retractarse de su ataque al Papa Francisco, su ataque a la Thatcher, en el momento del debate tuvo que mirar a otro lado.
Tuvo que contradecirse cuando habló de liberalización de la educación y la salud y remarcó como una responsabilidad del Estado. Pues, el haber profundizado en estas tesis liberales le hubiera costado un alto precio con los probables electores.
Aunque diferentes encuestas dan empate técnico, nada está dicho. De ganar Massa, solo se agudizará la crisis que viven los argentinos. De perder Milei, por ignaro y prepotente, tendrá que seguir en el congreso. Este próximo domingo solo queda que el hastío anti peronista vire el estado populista que vive la Argentina.