Invitado por la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República fui invitado a mantener un diálogo con el presidente Lasso. Estaba también Wilson Moposita. Desde antes que empezará la entrevista el sr presidente se encontraba cordial y amable. Nadie me indicó que debía preguntar o cómo debía llevar la entrevista. Se respiraba un total aire de libertad.
El presidente muy relajado sentado en la silla, rodeaba un ambiente distendido. Empezó el diálogo y todo fue tranquilo, sin prisas sin presiones. El presidente contestaba las inquietudes periodísticas demostrando conocimiento de los temas y sinceridad. Lasso está concentrado en el tema económico. Su principal preocupación es la reactivación económica. Su gran inquietud es la creación de empleos. No es un presidente político ni le da prioridad a los temas y asuntos políticos.
Su mente creativa está concentrada en la reactivación económica. Atraer capitales extranjeros, volver confiable al mercado ecuatoriano ante mercados internacionales es lo que llama su energía de trabajo. Me contó que cada mañana se pregunta: ¿ Cuántos puestos de trabajo se tienen que crear hoy? Y cuando se acuesta en la noche vuelve a preguntarse ¿ Cuántos puestos de trabajo se crearon hoy?
Lasso no está arrepentido de ocupar la Presidencia. Para él el poder es servir. Y está ahí para servir. Quiero destacar del presidente su vocación de servir y dar todo de sí para que su ejercicio del poder traiga solución a los problemas nacionales. Fue un encuentro optimista. Habló del éxito de las vacunas y de la exitosa promoción internacional que está viviendo el país.
Yo creo que el presidente Lasso tiene un buen espíritu de servir. Me quedó claro que su gobierno no es un gobierno de su familia. Sus hijos no están inmiscuidos en los asuntos del poder. Es cuidadoso y sigiloso en los temas económicos y de presupuesto.
Hoy Guillermo Lasso es nuestro presidente. Tiene grandes y graves problemas de resolver. Hoy agobia y tortura la violencia delictiva. No es un tema fácil de resolver. No es de traer más policías y sacar más militares a las calles. En cómo tratar éste martirio que nos aflige a los ecuatorianos está el éxito de su gestión. En él está la esperanza de los ecuatorianos. Estamos atentos presidente. Muy atentos.