Cuán equivocados estaban todos aquellos que días antes del arribo a nuestro país del coronavirus, defendían la tesis de que la participación del Estado lo único que hacía era entorpecer el desarrollo de la economía nacional. Esta crisis, que es una crisis económica, política, social y de salud pública, ha puesto en evidencia que el Estado es el actor principal para enfrentar la emergencia. Muestra de ello es que el sector privado está levantando las manos a la intervención del Estado para ser salvados.
Mariana Mazzucato, destacada economista de izquierdas, sostiene que es imposible volver a la “normalidad” prepandémica. El capitalismo se renovará. Y lejos de extinguirse se refundará en una nueva propuesta transformadora hacia la redistribución de la riqueza. Pero jamás será una cesión hacia un modelo socialista.
La crisis provocada por esta pandemia coincide con la gran crisis económica que estaba atravesando la economía mundial y el sistema capitalista. Pero de lejos no se puede pensar que el capitalismo esté viviendo sus últimos días.
A mediados del siglo pasado, siendo un economista liberal y antimarxista declarado, Joseph Schumpeter, predijo el fin del capitalismo causado por su propio éxito.
Joseph Schumpeter, para graficar su teoría, utilizó el ejemplo de las medias de nylon y el fin del capitalismo. A inicios del siglo XX, tan solo las damas de las clases acomodadas podían calzarlas. Pero luego de la Segunda Guerra Mundial, se “democratizó” su uso. Todas podían acceder a mercaderías de lujo.
El autor liberal, sustentaba que el consumismo sería un elemento democratizador de la sociedad. Las mujeres que estén leyendo mi artículo podrán certificar que carteras de marca Louis Vuitton o Gucci, cuyo precio en los grandes almacenes oscila entre $3000 y $4000. Por ello, al existir la igualdad en el acceso masivo a diferentes productos, incluso suntuarios, podría frenar la competencia entre productores. De esa forma, según Schumpeter, el socialismo reemplazaría al capitalismo. Pero eso nunca sucedió. El capitalismo nunca propició tan fantástica igualdad.
En efecto, es paradójico que, Joseph Schumpeter, siendo liberal, vaticine el fin del capitalismo. En cambio, la economista Mazzucato, de izquierda, sostiene que el capitalismo no fenecerá, sino que se reorientará.
El capitalismo nunca fenecerá puesto que nadie está dispuesto a ponerse en las medias del otro. (O)