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El Telégrafo

Más fascista serás vos

27 de julio de 2011

Ya es clásico: te acuso tanto de lo que yo soy para que mi “pecado” quede limpio. Así, el corrupto echa pestes sobre los otros con acusaciones de robo y peculado para que sobre él se distraiga la atención; el mentiroso habla del otro como farsante y le acusa de las mentiras que él mismo construye. ¿Igual ocurre con el que tacha de fascista a un periodista, frente a las cámaras, para ocultar su propia discursividad, a veces coincidente con esa corriente política letal, camuflada de democratismo y hasta supuesta objetividad periodística?

Quien asume el oficio de periodismo como un compromiso de vida, sin fundamentalismos ni fanatismos, sabe que tiene un camino duro por transitar y cero reconocimiento de ninguna clase de poderes, ni políticos y menos empresariales o de élites de toda clase. Quien acusa de fascista a un reportero porque le hace una pregunta desde un lugar modesto, haciendo un trabajo decente y laborando sin una gota de apología, solo revela que fabrica enemigos para justificar sus peleas, desde discursos ideológicos que alguna vez sustentaron su militancia izquierdista.

Nada tan bochornoso para el periodismo ecuatoriano que mentir u ocultar verdades. Y ahora, gracias al espíritu de cuerpo de quienes hablan de objetividades, las mentiras y las medias verdades se reflejan en grandes titulares, enormes “crónicas” y “sesudos” editoriales de gente inteligente del Ecuador. Todo por falta de información y un periodismo responsable que ponga sobre la mesa todos los elementos de la realidad para tomar decisiones, reflexionar y también tomar partido como ciudadanos.

¿Es desproporcionada la sentencia contra el diario El Universo? ¿Quién tiene la vara para medirla y también el honor de una persona? ¿Y si la sanción era un dólar de multa y un día de prisión, el ex editor de opinión de ese diario habría renunciado a su cargo y estaría blandiendo adjetivos ofensivos a los reporteros y contradictores de la misma forma que lo hacía en sus columnas de los jueves y domingos?

Periodista que no tiene cómo sustentar sus afirmaciones no es periodista, pierde credibilidad. Periodista que asume una actoría política entra en el terreno de ella, utilizando un medio de comunicación y con él a todos los que lo acompañan, comprometiéndolos a afrontar la lógica de la política y no las leyes del periodismo. Por eso, no hay un solo periodista, editorialista y editor (salvando las comprometidas excepciones) que diga públicamente que el artículo que llevó a juicio al diario El Universo tiene la talla de ser una simple e inteligente opinión.

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