El pasado 14 de marzo se recordaron 130 años del fallecimiento de Karl Marx (1818-1883). F. Engels (1820-1895), su compañero intelectual, siempre reconoció el mérito de que la teoría fundada por ambos se llamara marxismo.
Marx hizo tres contribuciones cruciales para las ciencias sociales: fundamentó su base materialista y dialéctica; descubrió la naturaleza del capitalismo y de su sistema de explotación humana; y encontró las raíces históricas del futuro socialismo.
En su famoso “Prólogo de la Contribución a la crítica de la Economía Política” (1859) Marx aclaró una idea que ha sido frecuentemente descuidada por muchos “marxistas”: dice él que estudiaba jurisprudencia, aunque se dedicó más a la filosofía y a la historia; y que siendo redactor de la “Gaceta Renana”, tuvo que opinar sobre los “intereses materiales”, dándose cuenta de sus escasos conocimientos al respecto; y que, después de haberse dedicado al asunto, descubrió que la “anatomía” de la “sociedad civil”, hay que buscarla en la “economía política”.
Fue solo el primer paso. El segundo prosiguió en Bruselas, donde Marx profundizó en la economía política. Afirma que allí llegó a un “resultado general”, que una vez obtenido, le sirvió de “hilo conductor” en sus estudios y que él lo resume, de manera magistral, en el “Prólogo” antes aludido. Marx cuenta, además, que Engels había llegado al mismo resultado por otra vía, de manera que, cuando se juntaron en Bruselas pudieron aclarar sus conceptos y estrechar su labor intelectual.
Radicado finalmente en Londres, Marx insiste que continuó examinando un “enorme material”, de manera que sus ideas eran “el fruto de largos años de concienzuda investigación”. Afirma, incluso, que volvió a empezar “desde el principio”, abriéndose “de un modo crítico” frente a sus propias ideas, al observar la sociedad burguesa y “la nueva etapa de desarrollo en que parecía entrar ésta con el descubrimiento del oro en California y en Australia”.
Lo que a menudo se olvida es, entonces, que Marx dejó, ante todo, una teoría y un método de investigación, un “resultado general” e “hilo conductor” para sus estudios; que aplicando esa guía al estudio de la sociedad burguesa, Marx descubrió la “ley que preside el régimen capitalista”; y que, frente a quienes simplemente repetían sus frases y conceptos creyendo ser algo tremendo, sin dedicarse al examen más riguroso del material histórico, Marx solía repetir: “Todo lo que sé es que yo no soy marxista”.