Es una de las voces más significativa de la poética actual de Puerto Rico. Desde hace muchos años vive en New York en donde ejerce como catedrática y traductora. Aparte de sus libros con los que ha aportado a la literatura de nuestro continente hay que relievar su gran trabajo para presentar, en un período de por lo menos de diez años, autores de diferentes nacionalidades con la lectura presencial bilingüe de sus textos en el famoso (por Made) “Cornelia Street Café” de la gran metrópoli americana. Ha participado en diferentes Encuentros internacionales de Poesía, ha sido guionista y, como un testimonio vital de su existencia, de su gran creatividad, de su ternura y fuerza para dominar la palabra, ha publicado: “Para no morir por segunda vez” Buenos Aires, 2.002; “De toros y estrellas”, Puerto Rico, 2.004; “Leche/Milk”, Buenos Aires, edición bilingüe, 2.008, Premio Nacional de Poesía del PEN Club de Puerto Rico; y “Contracanto/Del aire a la rosa”, Lima, .2013, mención de honor del PEN Club de Puerto Rico. También ha publicado los libros “365 esquinas” y “Día Cero”, Puerto Rico Terranova, 2.008 y 2.009, que son recuerdos donde combina diversos géneros literarios.
“Que el mar no me falle” es un libro antológico que recoge su poesía escrita entre el 2.002 al 2.019, y que merece ser leído con mucho detenimiento. A través de los textos escritos con un lenguaje rutilante y certero nos introducimos en el alma de esta poeta exquisita que lleva un mar agitado (su mar Caribe) en sus profundidades interiores y que nos conmueve y nos atrapa con su lírica de gran estatura, en la que sensibilidad y pensamiento se unen en una simbiosis extraordinaria para llegarnos.. Una poesía estéticamente bella, laboriosamente esculpida y poderosamente expresada. Madeline Millán Vega es una gran e imperdible poeta.
Como muestra basta un poema: “Ciudades con puertos. Hay un perro flaco caminando en el puerto/ y en el mismo punto una puta mira el atardecer/ Nuestro hogar está lejos porque no existe/ ¿Sabes dónde estamos ahora?/Los cementerios de esta ciudad florecen/ No sé si del sol/ O por nuestros huesos/ cuando tocan el viento”.
Ciudades con puertos
Hay un perro flaco caminando en el puerto
y en el mismo punto una puta mira el atardecer
Nuestro hogar está lejos porque no existe
¿Sabes dónde estamos ahora?
Los cementerios de esta ciudad florecen
No sé si del sol
O por nuestros huesos
cuando tocan el viento