La expresión "ver los toros de lejos" es una metáfora que se utiliza para describir la actitud de una persona que evita enfrentarse a una situación difícil. Significa observar la situación desde una distancia segura, en lugar de involucrarse activamente o tratar de resolver el problema de frente. A muchos de nosotros –dadas las circunstancias que atravesamos–, nos convendría mantener una distancia emocional para poder capear el temporal.
Hemos experimentado una serie de reveses que ha quitado todo balance a la vida democrática. Protestas, bloqueos, arbitraridades judiciales, muerte cruzada, elecciones adelantadas, masacres en las cárceles, muertes por sicariato, falta de probidad y poca idoneidad de los gobernantes, el asesinato de un candidato en esta última fase electoral…. El pais está exhausto de tanta confrontación y sus ciudadanos necesitamos un respiro para reflexionar y para entender lo que está pasando. Por eso es necesario que nos distanciemos por un momento de las contiendas y tratemos de encontrar perspectiva.
Los eventos tumultuosos que ocurren se ven en el flujo constante de noticias que dominan nuestra atención. Los titulares de periódicos y los mensaje de las redes sociales nos inundan de opiniones, emociones negativas y noticias cruentas de última hora. Por ello es fundamental que busquemos un respiro y nos alejemos de la tormenta digital que nubla nuestra visión de la realidad. Así que, –mientras las comunicaciones efímeras siguen su curso–, busquemos tiempo para reflexionar.
Tratar de mantener la objetividad sobre los hechos políticos es esencial en esta coyuntura para que formemos nuestra opinión y tomemos nuestras decisiones con conocimiento de causa. Así podremos influir con nuestras ideas y actuaremos con equilibrio. Vivimos en un país complejo y con diversidad de opiniones. Los asuntos políticos que experimentamos son intrincados y multifacéticos, no son fáciles de comprender e interpretar. Para ser objetivos, debemos analizar y tratar de comprender la complejidad detrás de los problemas que experimentamos, así evitaremos recurrir a respuestas simplistas.
Mantener la objetividad significa separar los prejuicios personales, las emociones intensas y las lealtades partidistas para analizar los hechos de manera imparcial y equilibrada. Significa también no dejarse llevar por las emociones colectivas y reproducir sin beneficio de inventario lo que otros nos envían. Una forma de actuar serenamente es no reproducir mensajes de alarma, ni mensajes repletos de odio. Basemos nuestras opiniones y decisiones en hechos verificables en lugar de en rumores, desinformación o sesgos; no nos dejemos llevar por la caótica e irresponsable información que nos llega. Nuestro criterio debe estar respaldado en evidencias reales, fuentes confiables y no en las creencias infundadas de otros (que con frecuencia se ocultan en el anónimo).
Mantener la objetividad frente a los hechos políticos es esencial para tomar decisiones informadas y actuar con sabiduría. La objetividad nos permite analizar los problemas desde diferentes ángulos, basándonos en información sólida en lugar de en emociones intensas. En contraste está el fanatismo que lleva a la ceguera, limitando nuestra capacidad de comprender la realidad en toda su complejidad y restringiendo nuestra empatía y la posibilidad de entablar un diálogo constructivo. Cultivar la objetividad nos permite contribuir a una sociedad más informada, reflexiva y capaz de abordar los desafíos políticos con claridad y discernimiento.
Busquemos también la paz interior que no es buscar la tranquilidad momentánea sino que significa desarrollar la fortaleza que nos permita mantener la calma en medio de la tormenta. Una forma de fortalecernos es desconectarnos de forma periódica de las noticias y de las redes sociales y dedicar nuestro tiempo a actividades que nos traigan calma y nos ayuden a enfocarnos, como lo es dedicarse a la lectura. Otra forma es mantener nuestra vida social activa que nos ayuda a encontrarnos con las personas que amamos y que son nuestro remanso. Escucharlas con el corazón abierto y comprender sus preocupaciones abre el camino hacia la comprensión mutua y la paz que tanto ansiamos.
En tiempos revueltos, cuando el cielo parece cerrarse, proteger tanto nuestra integridad intelectual como psicológica se vuelve primordial. Miremos más allá de la agitación inmediata para conseguir resiliencia. Por un momento, veamos los toros de lejos.