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El Telégrafo

Los presidenciales (II): Lasso y su programa económico (2)

29 de octubre de 2012

En su libro Otro Ecuador es Posible Lasso delinea su programa económico. Plantea una economía de libre mercado sustentada en la inversión privada nacional y extranjera. Para atraer esta última propone establecer un entorno que genere confianza y estabilidad de las reglas del juego. Su modelo económico esta basado  en una economía abierta, dependiente de las exportaciones. Para ello, cree necesario tratados de libre comercio, diversificación de la economía para no depender solo de los recursos naturales sino además del turismo, agricultura e industria y crear una economía del conocimiento, con un marco institucional para incentivar el potencial creativo, de emprendimiento  y fomento a la competencia.

En su propuesta, el Estado debe limitarse a fomentar un buen clima de negocios, sancionar los abusos de los individuos y las empresas, simplificar la tramitología para establecer micros, pequeñas o medianas empresas,  facilitar la creación de infraestructura física pero con inversión privada. No debe ser sobrerregulador, ni intervencionista, ni proteccionista porque ahoga la iniciativa empresarial. Además, haría  de árbitro entre trabajadores y  patronos.

En su diagnóstico señala que las élites han diseñado un sistema donde los beneficios son para ellas, pero no para la mayoría, donde la gente pujante no tiene oportunidades. Hay un marco que dificulta la competencia y la innovación y relega la iniciativa individual. Las empresas  cuyo capital está cerrado, pertenecen a unos pocos. Es necesario abrirlas para que muchos puedan participar en ellas, se trata del capitalismo popular. Para este objetivo, según Lasso, es fundamental el dinamizar el mercado de valores para estimular el ahorro y la inversión.

En cuanto a la macroeconomía, plantea la necesidad de “una situación fiscal sana,  endeudamiento prudente, una economía abierta, aunque pendiente de su autoprotección, y reglas estables para los negocios”. Para enfrentar el desempleo, subempleo e informalidad alta, propone una política de microcrédito agresiva, educación, fomento de la inversión  y la tercerización. El emprendimiento  requiere  además de crédito, menos trámites (receta de Hernando de Soto), capacitación en gestión empresarial y tecnología.

Lasso plantea una economía de libre mercado, un modelo neoliberal que predica más mercado y menos Estado. El crecimiento dependería del sector externo y diversificación interna, con lo que continuaría  la exportación de bienes primarios y con apertura comercial, iniciar los tratados de libre comercio (TLC), para abrir mercado a empresas  trasnacionales desplazando a las nacionales, sobre todo a las PYMES, a cambio de mercado para nuestros productos.

Este se complementa con una política de ajustes para obtener equilibrios macroeconómicos y reformas estructurales (laboral, financiera, del Estado, privatizaciones, etc.) que conllevaría liberalizar a estos mercados con efectos sobre el salario, tasas de interés, precio de servicios. Es el modelo del FMI y BM. Por algo Lasso tiene un consejero español que asesoró a Rajoy y solo hay que ver la política económica aplicada en España y el deterioro social que causan éstas. Y con razón, es apoyado por lo que queda de la derecha costeña (PSC, MdG).

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