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El Telégrafo
Víctor Mendoza Andrade

Los olivos de Almería y el contencioso ambiental

22 de marzo de 2016

En nuestro país. El paisaje más parecido a la zona climática de la región desértica española de Almería correspondería a la península de Santa Elena de Ecuador (PSE), por su escasa pluviosidad y cercanía al mar. De acuerdo a la clasificación de zonas de vida de Holdridge la PSE es clasificada como maleza desértica.

La región de Almería, situada al extremo sureste de la Península Ibérica, es la zona más árida de Europa con un promedio anual de pluviosidad menor a los 200 milímetros. Según la clasificación climática de Köppen, ha sido definida como: árida/desértica cálida.

El recurso natural más importante en la región para la actividad agrícola son las reservas hídricas y no obstante su limitación mediante un manejo eficiente, ha logrado establecer una de las principales regiones de producción hortícola intensiva potenciando sus condiciones climáticas naturales favorables como son la luminosidad, temperatura anualmente benigna y aprovechando el plástico como protección en sus invernaderos.

Los beneficios obtenidos por la horticultura superaron a los del turismo y detuvieron el éxodo de su población convirtiendo a una de las zonas más áridas del país en la huerta, no solo de España, sino también de Europa.   

En la vegetación natural de Almería, como elemento dominante está el olivo, de cuyo fruto se extrae el aceite producto representativo de la región entre los cuales está el aceite de olivo proveniente de plantaciones ecológicas, conocido con la denominación de origen el ‘oro del desierto’, a cual se le ha adjudicado varios premios por su calidad.

La producción de estas plantaciones ecológicas está amenazada por la siembra de miles de hectáreas del cultivo del olivo intensivo.  

Las plantaciones centenarias ecológicas cuentan con 200 árboles por hectárea, mientras que las intensivas tienen 2.000 y es necesaria renovarlas cada veinte años para lo cual las empresas cuentan con tecnología que cubre todas las operaciones desde la siembra, manejo del cultivo hasta la cosecha eliminando: mano de obra.

Los miles de hectáreas de los olivares intensivos son sembrados siguiendo criterios financieros antes que ambientalistas. Consumen mucha agua la cual es obtenida de las reservas naturales del subsuelo, ocasionando severos impactos en todos los componentes del medio ambiente y actividades de la región.

El Río de Aguas (así denominado), fuente del recurso hídrico para la región, ha disminuido el 60% de su caudal en sus últimos años poniendo en peligro todo el entorno medioambiental, económico y social del área de influencia.  

Estas consecuencias consideradas por el Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad de la provincia de Almería, y los grupos de Ecologistas en Acción y Grupo Mediterráneo han denunciado la permisividad de las autoridades para la siembra de miles de hectáreas de olivos superintensivos, sin considerar los impactos negativos a producirse en el área del proyecto. (O)

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