Hoy arranca el primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia en Melbourne. Atrás quedó el descanso de fin de temporada y el riguroso período de preparación física, técnica y mental que cumplen los tenistas en pretemporada; llegó el momento de rendir el primer examen.
Claro que las expectativas de todos no son las mismas. Para algunos tenistas pasar una o dos rondas, sumar unos cuantos puntos ATP y llevarse un buen premio económico a casa ya se considera un buen torneo.
Pero para las grandes estrellas como Rafael Nadal o Novak Djokovic, el salir de Melbourne sin el trofeo, les representa una gran decepción.
Desde 2006 los ‘grandes’ se han repartido entre Federer, Nadal y Djokovic.Cada jugador es diferente y por eso la preparación no es la misma. Djokovic, por ejemplo, jugó solamente un torneo de exhibición en Abu Dhabi. No participó en ninguno torneo del circuito ATP previo.
Prefirió entrenarse con su nuevo ‘coach’, el tres veces ganador de Wimbledon, Boris Becker, y evitar la mayor exigencia física.
Si bien es cierto que eran partidos de exhibición, ‘Nole’ demostró que está en un gran momento. No ha perdido ni un duelo desde la final del Abierto de Estados Unidos, hace 5 meses.
El serbio tuvo suerte en el sorteo y no debería tener problemas en su debut con el eslovaco Lukas Lacko. Luego esperaría al vencedor de entre el argentino Leonardo Mayer y el español Albert Montañes; en tercera al ruso Dmitry Tursunov, cabeza de serie # 30.
En octavos su oponente podría ser el temperamental Ernests Gulbis, de golpes fuertes, pero frágil en lo sicológico, o el italiano Fabio Fognini. En cuartos el suizo Stanislas Wawrinka o el francés Richard Gasquet. Una hipotética semifinal con David Ferrer y la final que casi todos quieren ver: Djokovic vs. Nadal.
Nadal también jugó en Abu Dhabi, pero pensando en entrar en ritmo de competencia y sumar partidos. Fue al torneo de Doha, donde alzó el trofeo derrotando al francés Gael Monfils, para luego viajar a Melbourne para prepararse una semana completa.
El triunfo en Doha fue importante para la confianza de ‘Rafa’, que además mejoró su tenis. Nadal tiene un cuadro complicado.
En primera ronda se enfrentará al australiano Bernard Tomic; en caso de avanzar, tendría una segunda ronda aparentemente más tranquila con el ganador de Thanasi Kokkinakis (Australia) y el holandés Igor Sijsling.
En tercera fase su rival podría ser el impredecible y peligroso Monfils; enfrentaría a Hewitt, que siempre juega bien frente a su público o al japonés Kei Nishikori en octavos. Después a Juan Martín Del Potro en cuartos, Andy Murray en semifinales, y a Djokovic en la final.
Murray volvió a las canchas luego de recuperarse de una operación en la espalda y con la necesidad de sumar partidos. Jugó en Abu Dhabi, donde cayó en el primer duelo frente a Jo-Wilfried Tsonga y luego en Doha, donde avanzó hasta la segunda ronda y fue eliminado por Monfils.
Australia será un gran desafío para Andy, pues nunca es fácil volver a la competencia después de una para prolongada. Afrontar choques con un calor extremo y al mejor de cinco sets es para su entrenador, Ivan Lendl, algo que pesa hasta en lo anímico.
Sin embargo, el sorteo le podría dar a Murray la chance de ir encontrando su ritmo y recuperar confianza, pues comienza su participación frente al japonés Go Soeda, un buen tenista de canchas duras, pero sin buen servicio o golpes ganadores; en segunda, el escocés se mediría con el ganador entre dos jugadores provenientes de la ‘qualy’.
En la tercera fase su rival sería el español Feliciano López. Si es que consigue el paso a octavos de final, chocaría con el ‘gigante’ John Isner, el jugador al que nadie le gusta enfrentar por lo difícil que resulta devolver su servicio. Si logra avanzar se mediría a Federer en cuartos y con Nadal en semifinales.
A pesar de haber descendido al sexto lugar del ranking ATP, Federer es aún, para muchos, uno de los favoritos en Australia. Roger comenzó el año probando una nueva raqueta, con la cabeza más grande -cosa que ya hizo sin éxito en 2013- y sumando a su equipo de trabajo al exnúmero 1 del mundo, el sueco Stefan Edberg.
Jugó en Brisbane, alcanzando la final, pero no quedó muy contento con su derrota contra Hewitt, que no ganaba un torneo desde 2010, cuando superó a Federer en la final de Halle.
‘RF’ debuta en Melbourne frente al australiano James Duckworth (# 134), en segunda ronda se toparía con Radek Stepanek; en tercera instancia con Fernando Verdasco o el ucraniano Stakhovsky, quien fue su verdugo en Wimbledon. En octavos con Tsonga y en cuartos con Murray. Será esa su parada final ¿o se repetirá el clásico Nadal vs. Federer en semifinales?
Será interesante ver si Roger sube a la red y acorta los intercambios desde la línea de base, ahora que está bajo la tutela de un especialista del saque y volea como Edberg.
Ferrer (# 3), a diferencia de los antes mencionados, no ha ganado ningún Grand Slam. Perdió la final de Roland Garros 2013 contra Nadal, jugó la final en Abu Dhabi, posteriormente cayó en segunda vuelta en Doha con el alemán Daniel Brands y no pudo defender su título en Auckland, donde había ganado en 2007, 2011, 2012 y 2013. Definitivamente no es el inicio de temporada que hubiera deseado.
El español es un jugador que puede meterse a instancias finales en los grandes torneos, pero tal vez le falta más contundencia en sus golpes, especialmente en su servicio, para ganar uno de los cuatro grandes.
El representante sudamericano con mayores posibilidades es Del Potro, quien ya sabe lo que es ganar un Grand Slam (US Open 2009). El # 5 del mundo tiene la potencia en los golpes para poner en apuros a Djokovic, Nadal o Murray. Será clave que evite desgastarse en las primeras tres rondas, que aparecen asequibles pues se enfrenta a un jugador de la ‘qualy’; en segunda al ganador entre el español Roberto Bautista y el estadounidense Tim Smyczek y en tercera al francés Benoit Paire.
En octavos tendría una dura prueba si le toca con el canadiense Milos Raonic y en cuartos de final a Nadal.
Desde 2006 los ‘grandes’ se han repartido entre Federer, Nadal y Djokovic, ganando 29 de los últimos 32, los tres restantes han sido para Murray (US Open 2012 y Wimbledon 2013) y Del Potro ¿Podrá el argentino repetir la hazaña?