¿Qué han logrado en casi 15 años de trabajo promedio de permanencia, en la época de prosperidad económica?: empleo pleno, prestaciones sociales, la nacionalidad española, accesos a crédito para vehículo y vivienda, acceso a las marcas de moda popular y media, turismo promocional por Europa, mejoraron su calidad de vida, comparada con la de Ecuador; sin embargo, llega la crisis a sentirse en 2008 y todo lo alcanzado con mucho esfuerzo se empieza a diluir, por ser un grupo objetivo vulnerable en la prioridad de despidos.
Se inician los despidos masivos, la reducción de los salarios, la implementación del trabajo de medio tiempo, aumenta el empleo “negro” (informal sin prestaciones), el desempleo también afecta a los españoles y el beneficio del “paro”, prestación social que subsidia entre el 80% al 90% del salario, hasta 2 años sin trabajar después de acumular como máximo 6 años de tiempo completo, que también se aplica proporcionalmente, 4 meses por año completo.
Se estima que aproximadamente 5.500 españoles están acogidos al “paro”. ¿Qué pasará si después de ello no consiguen trabajo?, se afectará la calidad de vida. Las protestas y pugnas de los sindicalistas contra el reciente gobierno del presidente Rajoy se agudizan (100 días en el poder) con el anuncio de recortes de puestos de trabajo en el sector público, incremento de la masa de contribuyentes e incremento del costo de los servicios básicos. La huelga del 29/03/2012 así lo evidenció, cuando midieron fuerzas ambos agentes.
Las pérdidas de las viviendas por la falta de pago de las hipotecas -que en muchos casos los clientes quedan endeudados por la baja plusvalía y los castigos de los avaluadores, que cargan la pérdida al cliente-migrante, sin equidad- han provocado la justa acción y reacción del presidente Correa de buscar soluciones mediante el diálogo y demandas a los tribunales internacionales, para proteger a los migrantes ecuatorianos.
Confiamos en su liderazgo y en la sensibilidad de la comunidad internacional. Las soluciones naturales, evidentemente originadas por los desempleados y parados, se orientan en la movilización y búsqueda de trabajo en los otros países de la UE, donde su mayor dificultad es el idioma, en el caso de Alemania, Inglaterra, Bélgica -donde hay más empleo- y Canadá. Nuevamente el ciclo se repite. ¿Volver a migrar? ¿Hasta cuándo?