Como era de esperarse, la prensa comercial, convertida en central política de la oposición, con todos sus columnistas, se anticipó, no solo a motivar o alentar los preparativos de las marchas, sino a calificar de éxito la protesta callejera de los ‘contreras’ en varios sitios de la geografía del país, e insinúa sin disimulo a continuar las movilizaciones violentas y, en medio del caos, lesionar al régimen del Buen Vivir. Los articulistas de los medios privados, con instrucciones de la oligarquía y consignas patronales, advierten al gobierno de la Revolución Ciudadana la urgencia de rectificar, según ellos, desaciertos administrativos, pero no recomiendan a los conspiradores acoger el diálogo, como la mejor opción para tratar temas conflictivos y lograr acuerdos compartidos.
Es evidente que la oposición desarticulada en su organización y carente de unidad ideológica, en su angustia por retornar al pasado y recuperar privilegios, insiste en acciones callejeras conspirativas con la malévola intención de desestabilizar al gobierno popular y democrático de Alianza PAIS, y como arremetida final, impedir la continuación del proyecto político del gobierno de la Revolución Ciudadana liderado por Rafael Correa Delgado, más allá de 2017.
La prensa, como negocio, extiende su apoyo a la conspiración y alienta nuevas marchas de protesta, sin precisar objetivos y huérfanas de propuestas, pero eso sí, orientadas al rescate del poder estatal para continuar el voraz usufructo de la riqueza nacional en perjuicio de los pobres de la patria.
El Primer Mandatario, tras el triunfo histórico del 17 de febrero, formuló un llamado al diálogo a dirigentes de sectores que se equivocaron de ruta, para la búsqueda de una conciliación democrática, pero eso sí -enfatizó en aquella época-, jamás con los traidores, petulantes y conspiradores, que pretenden crear el caos para pescar o saquear lo que más puedan en la confusión. No se registró respuesta a la cívica invitación.
Hoy todos los involucrados en la oposición dispersa impulsan otras marchas, agresivas y provocadoras en su intención manifiesta de crear víctimas y sus consiguientes reacciones, con la complicidad de la ‘prensa independiente’ que tergiversa los hechos, los exagera o los silencia, según las circunstancias, siempre dirigidas a causar daño al régimen de Alianza PAIS y a su líder Rafael Correa.
Los representantes de los llamados FUT, Cedocut y la parcial Conaie, como si los hubieren invitados al diálogo, plantean condiciones al régimen en un supuesto conversatorio. Como expresa el Mandatario, el diálogo solo es posible con gente honrada, sincera y capaz. Las puertas del gobierno socialista siglo XXI permanecen siempre abiertas para escuchar y ampliar la visión de las diferencias en la búsqueda de un acuerdo democrático y justo.
Frente al año de la conspiración, es indispensable el fortalecimiento de la organización de Alianza PAIS, y la movilización masiva de sus afiliados para defender la construcción de una nueva sociedad justa y libre de los atracadores de la era neoliberal. Solo el pueblo organizado frenará a los golpistas y garantizará la vigencia de la paz y democracia.