En nuestras relaciones con unos y otros conversamos y hablamos. Palabras y palabras. El extraordinario don que tienen las palabras para acercarnos y alejarnos. Todos nos decimos cosas. Nos prometemos. Promesas van y vienen. Siempre ha sido así. Las promesas instrumento de la palabra. Hablar y prometer es fácil. "Ese significado importante que tiene en la vida el cumplir". Quien incumple lo que ofrece: canalla se vuelve.
Las personas debemos obligarnos a cumplir con nuestra palabra. Sólo los animales no cumplen con sus promesas. Una de las diferencias entre el bien y el mal: es el cumplimiento de las promesas.Nos hemos acostumbrado a mentir y a mentirnos. La mentira es institucional. La mentira de los políticos es endémica y causa de muchas de nuestras tragedias sociales y políticas. ¿Pueden acaso los animales distinguir entre la verdad y la mentira? Los animales no hacen promesas: las personas nos mentimos mutuamente e incumplimos recíprocamente lo que ofrecemos.
Por eso Perú está a punto de elegir a un comunista, de la secta del socialismo del siglo 21 como Presidente de la República y en Colombia grupos de vándalos protestantes tienen bloqueada la democracia y el estado de derecho. Es el fracaso de una generación de políticos corruptos y bastardos. Nos cansamos de políticos mentirosos, delincuentes, corruptos y cínicos. Los encierros del covid nos han mostrado cuán pobres somos y las inmensas necesidades que rodean nuestra existencia.
Ahora ya no es el mismo tiempo de antes; ojalá así lo entiendan nuestros políticos y autoridades. No somos animales, somos personas de bien que nos perdonamos mutuamente y buscamos la felicidad. Es verdadero ésto de que nuestros sistemas democráticos están amenazados por el autoritarismo y el populismo desquiciado. La gente es primero y mejorar la calidad de vida es impostergable. Si lo incumplen se vuelven animales en el poder.